Parte XIII. Vacío

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No despierto del todo, buscó a Anakin en su cama. Pero sólo encontró un espacio vacío, que le pareció sentir aún tibio.
Obi-Wan sonrió y estiró su cuerpo, estremeciéndose deliciosamente al recordar todo lo que habían hecho.
Aún podía sentir la calidez de sus besos y el aroma de Anakin impregnado en su piel.
Acurrucado en medio de las sábanas, sé sintió extrañamente feliz por primera vez en mucho tiempo.

- "Nada podrá arruinar esto" - se dijo a sí mismo - "Hoy comienza mi nueva vida"

Un delicioso olor llegó a él y se levantó para vestirse rápidamente.
Abajo, Luke desayunaba ávidamente un pequeño banquete y Rex picaba más fruta.

- Buenos días, señor. Su desayuno está listo - Rex puso un plato con pastel y otro con frutas para él.

- Sólo Obi-Wan - respondió el Jedi - Buenos días a tí también, Rex. ¿Anakin nos acompañará hoy?

El soldado se puso tenso.

- ¿Quién es Anakin? - cuestionó Luke con la boca llena de pastel.

- Es una larga historia, querido- respondió Obi-Wan dándole un sorbo a su taza de té.

- Obi-Wan - Rex miró al niño y luego puso su atención en el Jedi - ¿Podemos hablar en privado?

- Por supuesto.

Obi-Wan llevó al clon, hacia el cuarto de Luke para que éste no los escuchara.

- ¿Pasa algo malo, Rex? He notado que algo te preocupa.

- Obi-Wan, necesito saber. ¿El General Skywalker le habló sobre su plan anoche?

- ¿Cuál plan? - Obi-Wan cruzó los brazos expectante.

Rex pareció volver a considerarlo. Anakin había confiado en él, pero sentía la inmensa necesidad de buscar ayuda. Tal vez no era demasiado tarde para cambiar la situación y evitar una tragedia.

- El General intentará...

Obi-Wan le hizo una seña para que se detuviera. Y llevó su otra mano a su pecho.
Algo estaba pasando, podía sentirlo y no era bueno.
La conexión que tenía con Anakin estaba vibrando en furia y ansiedad.
De repente sintió dolor atravesando su cuerpo y el vínculo desapareció.

Obi-Wan cayó sentado en la cama de Luke, jadeando por respirar.

- ¿Qué pasó? - Rex lo tomó de la mano y tocó su frente - ¿Se siente bien?

- No...- murmuró Obi-Wan - Creo que pasó algo malo Rex, no puedo sentir a Anakin.

El semblante del soldado se ensombreció.

- Por favor, ve a buscarlo. Asegúrate que esté bien. Dile que necesito verlo ahora mismo. Por favor, Rex - el tono de Obi-Wan era suplicante, la presión en su pecho no desaparecía.

Pero Rex no se movió.
Porque sintió su holopad vibrando en el bolsillo de su pantalón.
Y él no quería mirarlo.

Obi-Wan se dió cuenta y lo cuestionó con la mirada.
Rex no tuvo otra opción que sacarlo y leer lo que ya presentía.

Luke entró corriendo eufórico a la habitación.

- !Tío Ben!, Trataron de asesinar al Emperador. ¡Al Emperador! Está en todas las noticias de los holopads, aquí dice que un grupo de rebeldes atentó contra él, que está herido pero con vida. ¿No es increíble?

Obi-Wan y Rex cruzaron la mirada, pero el soldado la desvió inmediatamente.

- No fue un grupo de rebeldes, ¿Verdad Rex? - la voz de Obi-Wan se quebró mientras lo miraba.

Finalmente, Rex tuvo el coraje de enfrentarlo y sus ojos se empañaron.

- Tome todo lo que pueda. Tenemos que irnos...ahora mismo.

Obi-Wan se dió la vuelta y rompió en llanto. Luke corrió a abrazarlo por la espalda mientras miraba confundido a Rex.

El soldado clon deseaba hacer lo mismo pero se dijo mentalmente que necesitaba permanecer fuerte, para pensar con claridad y cumplir lo que se le había encomendado.
Su holopad no dejaba de vibrar, ya podía imaginarse cómo estaban todos los cuarteles en ese momento. Un grupo de rebeldes, que fácil se les hacía cambiar la información. Nunca dejarían que todos supieran que el atentado vino de su mano derecha. Eso dejaría en la lona la fachada del Imperio y ellos nunca lo permitirían. Pronto habría caos y confusión por toda la Galaxia. Pensó en Anakin, en dónde estaría en ese momento. ¿Y si había sobrevivido? ¿Qué iba a esperarle por intentar matar al Emperador?
Obi-Wan había dicho que ya no lo sentía. ¿Entonces estaba muerto? Y si era así...su cuerpo sería tratado con humillación y odio. De sólo pensarlo se le hizo un nudo en la garganta.
Tenía que salir de Coruscant antes que cerraran los puertos. Ya pensaría en el destino después. Por ahora sólo tenía que concentrarse en sacarlos de la Capital.

*****

- ¿Porqué no me lo dijiste? - Obi-Wan habló finalmente después de muchas horas en silencio.

- Él me ordenó que no lo hiciera - Rex giró su asiento, para observar al Jedi, quién cabizbajo acariciaba el cabello de Luke, dormido.

- Pude haber ido con él. Juntos lo habríamos derrotado.

- Él no quería ponerlo en peligro. Creo que en el fondo, él sabía lo que pasaría. Pero quiso intentarlo.

Obi-Wan se sintió traicionado y débil.
Pensó que tal vez la Fuerza lo castigaba por romper el código, traicionar a los Jedis y unirse a un Sith. Tal vez su destino era ser un fugitivo siempre, dándole esperanza, permitiéndole sentirla para luego arrebatársela con vileza.
Luke se removió con cuidado, sus brazos rodeando la nave de Obi-Wan.
Era lo único que había sacado en la prisa por huir de Coruscant.

Un pequeño atisbo de calidez sacudió el pecho de Obi-Wan.
Amaba a ese niño, como si fuera suyo.
Y su sola presencia era el motor que lo obligaba a continuar a pesar de sentirse cansado y vacío.
Pensó en Padme y su infinita tristeza.
Y al fin pudo comprenderla.
La tristeza que él mismo sentía en ese momento, lo estaba desgarrando.
Sólo quería cerrar los ojos y dormir para siempre como ella lo había hecho.

Pero Luke dependía de él. Y eso era un motivo para no hacerlo.

****

El tiempo pasó y se establecieron en un pequeño planeta cerca del borde exterior. No había lugar donde él y Anakin no hubieran estado y todo traía tristes recuerdos de la guerra para él.

Rex trataba siempre de mantenerlos cómodos, pero en cuanto se sentían a salvo, llegaban tropas imperiales al lugar y tenían que marcharse.
Luke no podía hacer amigos y su vida amenazaba con convertirse en la que llevaba en Tattoine. Alejado de todo y de todos.

Obi-Wan no podía evitar sentirse más cansado, estaba solo enfrentando su dolor y los días se hacían pesados.
Rex pasó de rogarle a que comiera algo a estar todo el tiempo consiguiendo comida para él.
Pensó que se debía a que el General estaba triste e intentaba llenar ese vacío con comida. Después de todo, él no haría ningún comentario sobre el pequeño bulto que empezaba a crecer bajo las túnicas de su General.

Fue tres meses después de la pérdida de Anakin, que Obi-Wan se dió cuenta que no estaba solo.
Había una pequeña fuerza, creciendo radiante en su interior.














Hello!

Seguimos en la lucha! Me doy pequeñas escapaditas del trabajo para escribir esta historia que en el próximo capítulo llega a su fin.
Tranquilas que esto no va a terminar en un Rex x Obi-Wan.
Que Anakin se condena XD
Gracias por leer. *.*










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