Capítulo 1

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[Actualidad.]

Sun Hee: (chico-narra)

(...) Éramos cómo Marte y Venus, cómo otoño e invierno, tan serca de nosotros y tan distantes de los demás.

Ella era viento, y yo tinieblas.

Cómo esa sensación efímera de tener la razón en todo sin tener siquiera que ver en ello, cómo ese sentimiento de destierro que se siente al pasar por los años y sólo dejar atrás los recuerdos de aquellos.
Recuerdo su sonrisa cómo el primer rocío de la mañana, con la frescura del amanecer en su rostro, con esa expresión tan...tan común en ella, tan única para mí.
La recuerdo cómo mi esperanza.

Seúl. Corea

[13/03/2019.]

Eun Yeon: (chica-narra)

(Caminaba)

Crecí naciendo cada día, un nuevo día, una nueva vida, esa era mi frase predilecta.
Creía en los nuevos comienzos, en las nuevas oportunidades.

Pero eso ya me superaba.

(Varias escenas en Flashback pasaron por su mente)

-Eres una bastarda, nunca deviste haber nacido, sólo sabes darme problemas.

(Gritaba una señora mientras agitaba fuertemente la cabeza de una niña)

Era demaciado simple, inerte e insegura cómo para creer en mí a una buena persona.

- Mamá. Me lastimas

(La niña lloraba mientras sujetaba la mano de su madre, aquella señora que le sostenía del cabello)

- Mamá!?

(La madre la abofetea, y el silencio nubla su mente)

Tan sólo...

(Vuelve a la realidad, Eun Yeon, sí, esa niña la cual ya era una joven habría una puerta)

Si tan sólo todo fuese como el simple sumbido de una avispa.

(La vista se cubrió del paisaje de la ciudad nocturna que se observaba desde la azotea de aquel edificio)

Pero no lo es.

(Eun Yeon sacó una sonrisa de perversión ligada con una melancolica empatía, bajó su mirada y caminó hacia adelante, las estrellas esa noche brillaban en la oscuridad del lugar, tantas luces lejanas de la activa ciudad, tanta alegría en demás, pero ese sitio...se sentía tan vacío.)

(llegó al borde de la azotea, su rostro cual caudal, cual riachuelo sumido en un seco llanto lucía una expresión de inquietud, de tristeza.)
(Procedió y quitó de sus delicados pies las rudas sapatillas, esas que sin duda alguna no usaría una chica totalmente femenina, esas que sólo utilizaba ella.)

*Suspira*

(Ya se encontraba en el borde, hacía viento, un frío viento.)
(Sólo con mirar hacia abajo pudiece ver las puertas del Hades, sólo con ello viese su muerte y su nacimiento, viese su vida y el final de esta.)

(Eun Yeon suspira nuevamente, sonríe, de su ojo izquierdo sale una lágrima, tan fina y delicada como capa misma de pureza, los sierra y...)

Eun Yeon:
- Lo aré

-Achuuú

*Se escucha un estornudo*

( Abrió los ojos, su corazón latía como si interrupuecen un sueño profundo, como si fuese pillada haciendo algo malo.)

(Sólo veía a la luna presente en esa oscura terraza, sólo ella la observa en ese momento, pudiese ser que...)

(Miró un instante hacia su lado izquierdo)

(A unos metros de ella, en la otra esquina de el lugar, pudo divisar una cirueta, era esbelta, tal pareciese un chico, un chico que vagaba como ella, en sus pensamientos)

No entendí por qué sólo...algo me impulsó a ir hacia él, quizás porque los dos éramos iguales, o así querría pensarlo.
Fuí a él cómo niña que va a por los dulces en silencio con temor de despertar a sus padres, descalza .

(Eun Yeon camina hacia él, el rostro de este iluminado por la luna estaba, sostenía con su mano una botella de Soju, sus ojos se mantenían serrados como si diece un profundo beso al aire, al vacío, como si respirase profundamente para establecer una plática para nada satisfactoria.)

Lo observé bajo la luna, guío su presencia mis pasos, él era cómo el tiempo, como si su alma desprendiece a la nada un "todo"; como si sólo tuviese que deterlo.

(El chico, abrió sus ojos, bebió de el contenido de la botella, la depósito en el suelo, respiró profundamente e intentó avanzar .)

Ya era tarde para retractarse.

Tiré de su mano y él se giró hacia mí, su rostro expresaba pesadumbre, sus ojos lloraban en silencio la falta de alguien querido, lloraban por él mismo sin siquiera soltar lágrima alguna.
Tan sólo su vista se cruzó con la mía y sentí en él su desánimo, sin decir palabras, lo abracé, colocó su cabeza en mi hombro.
Sentí en mí su aliento, su respiración constante y agitada.

(Solo se escuchaban sonidos de los autos transitando por las calles de Seúl, solo voces de ídolos en uno que otro anuncio publicitario.)

Su corazón...

Sonaba sobre el mío, él, estaba en mí.

Desidme qué os está pareciendo esta historia...«tan solo su voz era esa a la que le cantaba el alva la marcha al compás de sus 💓

Tan sólo ella, hacía sentir tales sensaciones en él.»


Por aquí os dejo una foto que os puede ayudar a haceros una descripción más a fondo sobre tal sitio.

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