❛❛En aquel exoplaneta abandonado, seres robóticos viajaran alrededor de este para descubrir sus misterios, aunque no fuera el plan inicial.
Pero...parece que el propio planeta no quiere que descubran sus secretos; ó alguien los oculta...❜❜
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Se recomienda ver el episodio para entender lo narrado a continuación.
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Forcejea en un intento de liberar sus manos atadas. No resultó. Ahora solo puede quedar resignada a escuchar la risa de su amiga asesina que se encuentra en medio de un autopsia.
—Amiguito...no intentes hacer eso conmigo o me pondré roja y triste—su comentario es ignorado por el bebé con extremidades parecidas a las de una araña, debido a lo que se encuentra haciendo.
—¡Me haces cosquillas! ¡Pero no se siente bien! —al contrario de la astronauta, Z reía a carcajadas aún que le estuvieran pasando una pequeña cierra eléctrica por sus robóticas tripas y que su aceite salpicara por todas partes.
El bebé robot con sombrero norteño, mostraba signos de no saber que estaba haciendo con la peli-violeta, su única mano temblaba dudando en donde pasar la cierra o cualquier otro objeto.
—Vas muy bien —Z la buena samaritana, ayuda al robot en forma de huevo gigante indicando en donde usar ya la tan mencionada cierra.
—¿Z, de qué lado estás?
Ignoran el comentario de la astronauta. El de sombrero del norte se prepara para continuar con su acción anterior, pero la voz en la radio interrumpe llamando la atención de los tres.
¡Beau! ¡Este es el hijo de Neiht y 009! Necesitamos más sedantes porque...está mordiendo.
El robot en forma de huevo, mira una cubeta a su lado llenada de los imanes podados "sedantes", toma unos cuantos retirándose de la habitación; no sin antes colocar una contraseña dejando a la humana y a la drone encerrados.
—Por fin, el código—frente de la camilla de la peli-violeta, la astronauta flexiona sus articulaciones debido al tiempo que estuvo atada—. Cielos. ¿Vamos?
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Nick le escupe al robot araña que se aparta rápidamente al poner el último imán en su cabeza.
—¿Cómo conociste a mi papá? ¿Era cool? —sus preguntas son ignoradas por la castaña que se encarga de su dedo herido—. No era imbécil, ¿o sí?
