Capitulo 18

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Lukas |

Los policías llegaron y nos sacaron del lugar para dejarnos en la entrada de la casa. Lleve mi mirada a los chicos que ya estaban allí dándole a entender que se había ido.

Ian fue el primero en caer en lágrimas, los demás se quedaron paralizados dejando caer lágrimas. La mejor amiga de Anddy negaba con la cabeza, negándose a creer que ella se había ido para siempre.

—No, no, es mentira — soltó una risita mientras sus ojos se cristalizaban —. Es broma, ¿verdad? — negué con la cabeza y como pude me acerqué a ella —. ¡No! ¡Adara! ¡Mierda, no, ella no! — gritaba mientras caía al suelo.

Fede fue hacia su mamá quién al verlo y notar su mirada casi se desmaya, empezó a llorar y a gritar. Su hija se había ido.

Mi mamá, quién había venido con los chicos se me acercó con lágrimas en los ojos pero, yo solo estaba paralizado sin reaccionar. Mi mirada fue a la de ella haciendo que tengamos contacto visual.

—Ella se fue y, yo no hice nada, mamá — seguía sin dejar de llorar. Mis manos temblaban y sudaban —. Ella se ha ido, se fue y yo no hice nada — ella se acercó abrazarme y la abracé también empezando a caer en un llanto.

—Está bien, saca todo — susurró ella.

Y, lo hice lloré hasta que sacaron el cuerpo de mi Anddy en una camilla con una sábana blanca encima, pero dejando ver su mano la cuál tenía la pulsera que ambos compartíamos.

—¡Anddy! — me acerqué a la camilla pero rápidamente llegó Fede deteniendome —. ¡Sueltame! ¡Anddy, por favor, por favor no te vayas! ¡Quédate conmigo, quédate aquí! No te vayas. No te vayas, no por favor, por favor no. No me dejes solo, cariño, por favor. ¡Vamos, Anddy, no me dejes! — grité mientras intentaba zafarme del agarré de su hermano.

—Se fue, Lukas — susurró.

No, ella seguía viva, lo sé. Ella no se había ido, ella no me había dejado solo, claro que no.

—¡No, ella sigue con vida! ¡Deja decir que se fue! ¡Anddy! — dije mientras veía como la subían a una ambulancia.

—Lukas, escúchame, ella se fue. Y, te cuidará donde quiera que esté, pero, tú tienes que estar bien, ¿entiendes? — habló mi madre agarrándome los hombres para que la viera.

—Mamá... ella no se fue, ¿verdad? Ella sigue con vida, yo lo sé — murmuré dejándome caer en el suelo.

—Se ha ido, lo siento mucho — susurró dándome un pequeño beso en la mejilla.

(…)

Se había ido.

Estaba preparándome para el funeral y, Dios, esto es lo peor que he hecho. Quiero irme con ella, ¿es mucho pedir? Ojalá ella salga del cajón con una risita de esas lindas y diga que todo fue una broma, que ella está bien pero, no va a pasar eso.

Tenía muchas pesadillas y no dormía bien. Mi novia se había ido y yo me he quedado solo.

Me senté en la orilla de mi cama dejando caer unas lágrimas de mis ojos. Mis manos otra vez sudaban y temblaban un poco. Si ella estuviera acá estoy seguro que lograría calmarme.

—¡Amorcito lindo! Ven aquí — ella sonrió y yo me acerqué. Me acosté en su pecho mientras la abrazaba de la cintura —. ¿Qué tienes? — pregunto.

—He tenido un mal día — susurré.

Oh, ¿quieres que haga algo por ti?

—Nesecito una sección de besos, o estaré en depresión toda mi vida — solté un suspiro fingiendo tristeza —. ¿Harías eso por mí, cariño? — la miré.

Ella rió, —Eres un tonto — dijo viéndome.

—Tu tonto, Anddy — susurré para darle un beso.

Ella no dudó ni dos segundos en seguirlo, así creando una sección de muchos besos.

Recuerdo.

Eso es lo que era, un recuerdo, uno muy especial para mí.

—¡Lukas, es hora de irnos! — avisó mi mamá.

(…)

Estaban a punto de enterrarla, pero, yo no podía asimilar que ella ya no estaba. Algo en mi me decía que se había ido, pero otra parte decía que ella seguía viva.

No podía dejarla ir tan fácil, ¿y si ella estaba viva? Era lo que más me preguntaba. Hay posibilidades, ¿no? Solo quiero que me la devuelvan, ella es todo lo que quiero para ser feliz. No puede irse así de fácil.

My safe haven, 𝗟𝘂𝗸𝗮𝘀 𝗨𝗿𝗸𝗶𝗷𝗼.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora