Kehan, tierra de la guerra y del arte
Ercie, pueblo cercano a la CapitalKehan, hogar de la guerra. O al menos así lo llaman los extranjeros. Pero la verdad es que Kehan es más que eso, es el hogar de la música, el arte, los paisajes que parecen sacados de libros de fantasía, también es el hogar de una cultura interesante, llamativa y atrapante. Kehan carga consigo una historia entretenida, aburrida para muchos pero interesante para pocos. Lleva consigo una gastronomía variada, grandiosa a la vista y exquisita al gusto. También posee un idioma complicado pero bello.
Kehan es arte a los ojos del principe extranjero, es belleza a pesar de que sus paisajes fuesen manchados por sangre de criminales e inocentes, era arte a pesar de que los pueblos fuesen fantasmas. Era arte. Eso fue siempre, en el pasado, en el presente, con su reconstrucción y en un futuro, a manos de un buen Rey como Roan.
Kehan contaba con un comercio interno destrozado, que poco a poco, grano por grano, crecía y se recuperaba de las catástrofes que sufrió la última década. Al joven le era maravilloso ver cómo aun que todo parecía perdido tiempo atrás, ahora se mostraban con fuerza y ganas para levantar y dejar florecer lo que se creía muerto.
Observó con melancolía al pueblo, el lugar donde ganó y perdió tantas batallas y aliados. El lugar que ahora, con muchos colores y melodías pegadizas lo despedían de forma emocional, con todas las personas del pueblo dándole sus últimos obsequios y agrdeciendo todo lo que hizo por ellos, agradeciéndole por su valentía.
Sintio como tocaban su ombro con suavidad y firmesa. Observo a su costado y choco con unos ordes celestes, como el cielo o como el mar.
- No le des tantas vueltas, sabes cuál es la razón por la que te vas. Ellos lo entienden.
La voz de la joven con ojos de cielo le transmitió paz, haciéndole olvidar la amargura anterior.
- Lo se, tengo mis motivos pero no puedo evitar querer echarme para atrás al ver esto, quiero quedarme.
La mirada contraria reflejo pesar y empatía. Sintió como lo rodeaban por los ombros en un abrazo cariñoso.
- Esto es necesario Deli, en un futuro sabras por que- la joven sonrió despeinado el cabello del muchacho y al escuchar sus quejas soltó una risita-. Ademas, Dalai irá contigo, y lo se, es un pesado pero por lo menos no te sentirás solo y mira el lado positivo; verás a tu madre y a tus herman-
- ¿Ya probaron el vino? Es de lo mejor, van a-
- Dalai- interrumpió la mujer, furiosa con su hermano-. ¿Acaso tú cerebro es tan pequeño que no te das cuenta que estamos en algo importante o es que el vino ya te dejo estúpido?
El joven sintio miedo al ver la expresión de su hermana mayor. Eran pocas las veces en las que alguien se atrevía a interrumpir o respirar serca de la rubia.
- E- en mi defensa el-el vino está exquisito y la iluminación no ayuda a ver si es que están hablando o al-algo.
-Cierra la boca, crío
- Soy cualquier cosa menos un crío, anciana.
La rubia parecía molesta, muy molesta. Una discusión por parte de ambos fue lo que poco tiempo después surgió. El extranjero los observaba sin intenciones de detenerlos.
-Una despedida así, siendo ellos dos no suena mal.-Penos el joven cunado un murmullo a lo lejos llamo su atención- Es Roan- informo al par de hermanos.
Ambos detuvieron su pequeña riña al escuchar el nombre de su hermano mayor. Se observaron por un corto lapso de tiempo, dando por suspendida temporalmente la discusión, ambos afirmaban que seguirían en otro momento pero eso solo era momentaneo.
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Confiar || Las Joyas De La Princesa
Fanfiction"Poco a poco los peones van haciendo su trabajo, lento pero seguro. Es cuestión de confiar en el proceso y por supuesto..confiar también en que todo siga como fue en un futuro distinto." El joven observo a través del cristal, en dirección al mar. Lo...