John Salas. el asesino en serie más buscado de EE.UU ha sido encarcelado en la prisión de máxima seguridad de Washington D.C.
Esas eran las noticias del día en la prisión, mientras John movía su avena de un lado a otro en su plato mientras que los prisioneros parlateaban como locos.
John pensaba en el porque mataba a toda esa gente, la verdad el mataba asesinos de niños, que eran tan crueles con los niños que los desaparecían y, o aparecían en el mar, o en alguna bolsa de basura.
Los padres de los niños pagaban a John para matar a aquellos infelices que terminaban con la vida de niños inocentes y puros.
Jonh, luego de comer, se dirigió hacia su celda, se puso de rodillas y empezó a gritar desgarradoramente, se pegaba contra la pared, le gritaba y suplicaba a Dios que le perdonase la vida por los pecados que cometió, aparecio una luz parpadeante muy indeble, de la cuál salió una voz profunda, tranquilizadora y apacible.
-John, yo sé que no lo hacías por diversión, tus pecados han Sido perdonados...