Capítulo 2: Selección

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Andrew subió la voz para llamar a la calma. El ambiente estaba tenso desde que anunció que la primera selección se basaría solo en mirar para escoger a las más bellas.

— Entonces, ¿la ganadora debe ser bella para estar a la altura del señor Yaten? —preguntó una chica que se veía bastante indignada.

— Chicas, lamentablemente, es más fácil que puedan entrar por la vista. Si todas son talentosas no deben temer. Vean esto como una oportunidad de destacar no solo por talento, sino por su belleza.

— ¡Es un insulto! Debieron explicar que necesitaban gente para un concurso de belleza —se atrevió Minako a reclamar. Andrew se encogió de hombros.

— Lo siento. Yo solo soy un simple asistente, cumplo con comunicarles cómo se desarrollará la audición. Ahora, por favor, quienes realmente estén interesadas y acepten las condiciones, pueden pasar al salón. En unos minutos conocerán a nuestro jurado, uno de ellos, es Yaten Kou.

La mayoría de las chicas dejó escapar un grito de emoción, solo unas pocas decidieron irse. Minako estaba lista para salir de la fila, cuando apareció su hermana Mimet.

— ¡Qué emoción! Minako, en verdad no recuerdo que mencionaras esto.

— Lo hice, Mimet. Toma, esto es todo lo que tengo. Por favor, hasta mañana, no puedo esperar más —advirtió Minako y le entregó el dinero.

— Lo sé. Mañana mi novio me dará dinero y te lo devolveré —aseguró. Minako ni siquiera preguntó si era el mismo novio, ella solía cambiar de chico, lo cual no sería un problema si Mimet no se los presentara a Sammy.

— Chicas, la fila avanzó. ¿Van a entrar? —preguntó Andrew enarcando una ceja.

— ¿Se puede? Es que yo acabo de llegar, pero me encantaría participar —dijo Mimet.

— No es buena idea. Yo incluso me iba...

— ¡Minako! ¡No seas celosa! —interrumpió Mimet— Claramente podemos estar las dos.

— Por supuesto. Hay algunas chicas que se retiraron, unas porque no alcanzaron y otras porque no soportaron las condiciones —Andrew le explicó el polémico proceso. Mimet lo escuchaba con atención. Minako no podía creer que su hermana no viera el problema y aceptara ser parte.

— ¡Yo me voy! Además, ¿no se supone que debes ir a casa a ver a Sammy? —preguntó Minako. Mimet sonrió con descaro, explicó que Sammy estaba en casa de un compañero de escuela, así que no era necesario apurarse tanto. Minako no podía creerlo, una vez más su hermana había conseguido arrebatarle el poco dinero que le quedaba.

Minako caminó en dirección contraria, pero Andrew la detuvo.

— Tu hermana parece dispuesta, pero tú te ves muy molesta. ¿Es por ella o por las condiciones de la audición?

— Estoy molesta con ella, pero no porque esté aquí, son cosas personales. Y mi enfado con ella, no se compara con la sensación de coraje que me da el que menosprecian el talento solo por el físico —masculló.

Andrew sonrió. Ella se sorprendió, ya que no vio molestia o amenaza en sus ojos, sino un destello de comprensión.

— ¡Por favor, entra! ¡Ve y dile al jurado lo que piensas! —susurró Andrew y no esperó su respuesta. Minako dudó unos segundos. Finalmente, se unió al grupo de chicas.

Una vez reunidas, se hicieron ocho grupos de diez mujeres. Minako iba en el tercer grupo. Una voz no visible anunció a las personas del jurado.

El primero fue Haruka Tenou, deportista reconocido, además, empresario exitoso. Accionista de la agencia de talentos Luz de Luna y dueño del 50% del canal en donde se emitiría el programa de talentos. Haruka solo sería parte de la selección. Como persona importante, no necesitaba ser visible en pantalla, pero sí quería asegurarse de escoger talentos que estuvieran a la altura.

Ni tan princesas ni tan cabronasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora