No, Marry Me ✧ Minsung

Capítulo 4

Ajustó el moño en su cuello, sonriendo frente al espejo para suspirar y salir del baño. Observando alrededor, los meseros entregando bebidas, la familia celebrando el casamiento de su hermano mayor.

Su ahora esposo contento, hablando con sus amigos mientras Chan conversaba con Minho.

Felix se detuvo, justo una piscina los separaba.

-Pensé que serías más listo.

Se volteó hacia su lado derecho. Observando el semblante serio de Jisung. Su traje blanco que lo hacía resaltar su cabello azul. Sin olvidar que su novio llevaba lo mismo pero en negro. Haciendo los trajes a juego.

-¿Ahora de qué me hablas? Si quieres armar una pelea te recuerdo que es la boda de mi hermano.

-Celebración de la boda, pero no. Tú sabes de lo que hablo - Dijo con una copa en su mano derecha.

Su cabello enmarcando su rostro, al menos dejando que se luciera lo suficiente y que los invitados lo notaran de más.

-No. No lo sé - Fingió desinterés.

-Besaste a mi novio. ¿Creíste que no me enteraría? - La voz más grave lo asustó.

Observando de nuevo, tenía que hacer algo. Y sabía a la perfección que debía decir en ese momento.

-Bueno, solo trataba de hacer que volviera a enamorarse. Así me volvería a pedir matrimonio.

Sonrió, como vencedor. Lo hizo.

-Si lo rechazaste la primera vez ¿Qué te hace pensar que lo volverá a hacer?

De todas las respuestas, no esperaba eso. Menos que supiera lo que había ocurrido hace años, cuando por sus inseguridades se negó a unirse en vida al lado de Minho. Alguien que apenas podía trabajar.

-Claro, ahora tiene dinero, un buen puesto, es más maduro y se te hace atractivo. ¿No es interés solamente?

Se enfadó, Minho era suyo, bueno, así lo sentía. Era el chico que amó alguna vez. Y aún le gustaba, sería algo serio esta vez.

Se giró bruscamente provocando que el contenido de su copa salpicara en el traje blanco.

-Oh, lo siento. No era mi intención - Dijo Felix fingiendo tristeza.

Tal vez no sabía con quien se metía, no conocía a las personas del todo. Por lo tanto, solo escuchó la risa de Jisung y vió la sonrisa juguetona en su rostro. Todo un hombre que sabe mover sus cartas.

-Que infantil, pero bueno. ¿Qué se puede esperar de alguien tan cobarde como tú? Nada.

Apretando su mandíbula, caminando del lado contrario. Apretando sus puños porque también había huido muchas veces en su vida y se consideraba débil.

-Felix, tal vez la próxima boda sea la mía. Estás Invitado.

Y eso fue la gota que derramó el vaso.

Girando sobre sus talones, dejando la copa en una de las charolas de los meseros. Mirando adelante y observando a Jisung tomar de su bebida.

-Hey, Jisung - Este lo miró y, de inmediato, Felix lo empujó.

Sus manos aplicando la fuerza suficiente, lo vió Intentar agarrar su mano al menos pero no lo logró. Solo observó como su rostro cambiaba a uno lleno de miedo cayendo en el agua, la piscina de metro ochenta que tenía a sus espaldas.

El agua salpicó llamando la atención de todos.

Una sonrisa en su rostro apareció. Había logrado derrumbar a una persona que ahora odiaba, ya no tenía un rival para poder tener a Minho. Rió bajo, con su mirada fija en como Jisung luchaba por exígeno.