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Juanjo se había quedado a dormir en casa de Álvaro.—¿Podéis tener compasión? —Se dirigió a su amigo y su novio, Paul. Los dos estaban muy cariñosos ese día y le recordaban lo solo que estaba. Martin hoy no iba a ir a casa, se había ido ayer de fiesta y le mando un mensaje diciendo que se iba a casa de un tal Dídac, Juanjo no evito poner muecas de desagrado al recordarlo. Pero no podía decirle nada, Martin era libre de hacer lo que quisiera con quien fuera...Pero le molestaba de igual forma.

—¿Juanjoo?—Alvaro movía la mano de arriba a abajo enfrente de la cara del jotero sacando a este de sus pensamientos.—¿Te molesto en tu sueño con Martin?—Empezó a reírse al ver los mofletes de su amigo colorarse.—No tengas los huevos de negarlo, se nota que le quieres.–
—¿No eras hetero?—Paul interrumpió sintiéndose mal por preguntar eso.–
—Hace unos años, creía que lo era...Pero soy bisexual. Y Álvaro es tonto—Miro mal a su amigo sentarse a su lado.—De todas formas, Martin no es mi estilo...Es muy diferente a mí , no podríamos ser nada nunca–
—Claro porque Paul y yo somos gemelos oye y Omar y Ruslana son idénticos vaya.—Juanjo sonrió de lado rodando los ojos.—¿Vas a negármelo? Martin Urrutia lleva siendo la mosca en tus clases desde que volviste de Getxo, Juanjo díselo.—
—¿Qué le voy a decir? Hola Martin, si mira soy tu mejor amigo Juanjo, si, si, Juan José Bona ¿Te acuerdas que dije que era hetero? Pues no, por tu culpa me di cuenta de que soy bisexual y estoy hecho un lío desde este verano porque no dejo de pensar en ti...Y en que quiero saber si los cacaos que te pones saben a gominolas de verdad o simplemente huelen a eso, en que estaba celoso del idiota de tu novio y en que ahora lo estoy del chico que conociste anoche y que ahora mismo estas en su casa ¡No es Justo Álvaro! Ellos consiguen que Martin se fije en ellos en solo tres horas de bailes y beber, yo no he tenido nada de su atención en años de amistad...—Abrazó sus rodillas sorbiendo su nariz y escondiendo su cara en sus brazos.–
—Wow...–

Bea sentía que era culpable de algo que no quería que pasara, Martin le había pedido recogerlo y de paso pasaron también a por Violeta, habían decidido ir a casa de la chófer de los otros. Al entrar agradeció que Violeta y Martin se propusieran subir por las escaleras, porque si Martin llega a escuchar todo eso. Su cabeza estaría colgada de la pared.—¿Juanjo estás bien..?—
—Tranquilo...A ver, habla con el no será tan complicado ¿No?—Álvaro acariciaba la espalda del jotero mientras este se sonaba la nariz.—Vale, con tu cara me sobra— Sonrió e hizo reír un poco a Juanjo.—Venga, ves al baño.–

Habían pasado días desde esa charla y Juanjo no paraba de tenerla en repetición en su mente por las noches, ¿Martin pensaría en el también por las noches? Se permitió cerrar los ojos e imaginarse que el chico que dormía en la habitación de al lado dormiría con él algún día y no como cuando eran pequeños, no seria por el miedo a la oscuridad. Quería que fuera porque le quería cerca suyo, suspiró sonriendo y sentía el calor subirle por los mofletes, intento relajarse respirando despacio, desde que hablaba con Abril se estaba volviendo más emotivo y se expresaba más.–

Escuchó que alguien tocaba a la puerta, se sentó de golpe en el colchón y frunció el ceño.—¿Juanjo?— Juanjo empezó a creer que podía usar la magia. Y entonces entro, con los pantalones azules cortos de pijama y una camiseta negra, el pelo despeinado y los ojos hinchados.—¿Juanji estas despierto?—Martin optó por susurrar para no molestar.–
—Si ¿Qué te pasa?—Martin no contestó y se sentó encima de las sábanas en donde estaba Juanjo.—¿Puedo dormir contigo? Aunque sea uno debajo de la sábana y el otro encima...Tengo frío— Juanjo no podía distinguir bien la silueta del vasco, así que deslizo su mano hasta el interruptor de la lámpara que tenía en la mesita de noche, Martin se tapo los ojos unos segundos haciendo una mueca y luego volvió a ver al maño esperando contestación.–
—¿Me dejas una sudadera?—No dejaba hablar a Juanjo, pero tampoco es que tuviera fuerzas para hacerlo, tenia a Martin encima suya sentado, pidiéndole una sudadera y dormir con el.—Martin, ¿Tu no estabas con un Dídac o algo así? Tienes que tener sudaderas suyas.— El del bigote se sentó a un lado suya, Juanjo encogió sus rodillas mirándole.—¿Te has enfadado?—
—No, pero Dídac no es mi novio idiota, solo fue una noche..¿Estabas enfadado?—Sonrío de lado mirándolo con picardía, se acercó mas a Juanjo y pudo ver como se enrojecían las mejillas del más mayor al instante, empezó a reir en un tono silencioso y se apoyo en el hombro de Juanjo.—¿Puedo dormir contigo?—Volvió a insistir mirando al armario que había enfrente de la cama de Juanjo.–

Martin se metió debajo de las sábanas, Juanjo no tenía sudaderas limpias en el armario así que decidieron que seria el vasco el que dormiría tapado.—Buenas noches Juanji—se dio la vuelta dándole la espalda al maño, suspiro y cerró los ojos para dormir.–

Que pastelón - Juantin (OT3023)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora