1. Ojitos bonitos

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A la mañana siguiente cuando los rayos de sol comenzaban a molestar a mis ojos, pude empezar a despertar; me estiré para poner en movimiento mis articulaciones hasta que mi brazo se topó con la cara de un niño bonito, Felix.

— ¡Auch! - rápidamente mi cuerpo reaccionó y comencé a disculparme, no recordaba que había alguien más en mi casa, o más bien aún no me acostumbraba a la idea de estar viviendo con alguien más... dormir con otra persona en mi cuarto, en la misma cama... ¡¿En la misma cama?! mi cuerpo terminó por despertar y salí rápidamente de esta misma.

Felix — Vaya, buenos días dormilón.

— ¿Disculpa?

— Llevo esperando como una hora a que despiertes, tengo hambre.

— ¿Y por qué no te has hecho de comer?

— No suelo quedarme en casa de otros y empezar a comportarme como si fuera mi hogar, aún no tengo la suficiente confianza como para agarrar siquiera tus cosas.

— Bueno, prepararé el desayuno y puedes sacar tus cosas de las maletas y cajas, no me molesta que estés aquí, ni eres un estorbo en mi vida.

Los ojitos de Felix se abrieron como platos y rápidamente aquellos ojos que tanto adoraba admirar se llenaron de lágrimas — cómo... ¿cómo es que tú?

— Murmuras mucho por las noches, tranquilo Félix, yo no te sacaré de esta casa, te irás cuando quieras irte. - finalmente tras finalizar esa charla mañanera, salí del cuarto y me dirigí a la cocina. ¿De dónde había sacado las agallas para dirigirme a él de esa manera? no tengo idea.

¿Habré sido muy pasivo-agresivo? quizás, pero me molesta que piense que le haré lo mismo que le hizo el estúpido de Hwang, él no se merecía que lo sacaran de esa forma... no se merece la forma en que lo han tratado.

Con amargura empecé a preparar dos tazas de té y me dispuse a cocinar Hot Cakes con frutas y un poco de chocolate. Pero toda esa mala vibra que estaba generando se vio disipada en seguida en el momento en que vi a un Felix recién bañado con un atuendo sencillo pero que (a mi parecer) lo hacía mirarse como el chico más bonito del mundo.

— Se me olvidó mi shampoo en mi cas- eh en la casa de Hyunjin ¿crees que después podamos ir al mercado por algunas cosas?

— Claro Felix, de todos modos, hoy era día de despensa, vamos terminando de desayunar ¿te parece?

— ¡Claro!

Después de haber cocinado el último Hot cake, Felix y yo nos sentamos en la mesa y empezamos a desayunar, compartimos breves charlas acerca de lo que había sido la vida del uno y el otro, omitiendo brevemente los acontecimientos de su relación amorosa, pero eventualmente empezamos a hablar de ello.

Resultó ser que Felix estaba en su último semestre de la licenciatura en diseño de modas, pero últimamente no le estaba yendo muy bien en la universidad debido a sus problemas con Hwang, sus peleas duraban horas, tantas que Felix perdía sus clases debido a que el otro no quería dejarlo ir. Eso no estaba bien; y cuando Felix finalmente se dio cuenta de la situación en la que se encontraba, sorpresivamente Hyunjin se "arrepentía", le pedía perdón, lo llenaba de amor y nuevamente al círculo vicioso. Felix al ver el arrepentimiento en los ojos de Hwang, se sentía mal y nuevamente lo perdonaba.

Y así hubiera continuado, de no haber sido porque fue el mismo Hwang quien corrió de la casa a Felix, dándole un golpe de realidad repentino... Felix no entró en detalles, pero según sus palabras "fue una pelea fuerte".

— Supongo que ya se cansó de mí... Hace unos días revisé su teléfono y estaba empezando a hablar con una chica, supongo que... ya no me necesita.

— Te hizo un favor y ¿sabes qué? para lo que me necesites me tienes a mí. Venga, dejemos ese tema para otro momento y vayamos a distraerte.

Felix me dio una pequeña sonrisa. Levantamos los platos y cuando acomodamos todo fuimos al mercado a comprar.

Pasamos por varias tiendas, se compró una que otra cosa necesaria y otras no tan necesarias, pero pasamos un muy buen rato. Hasta que un chico peli negro tuvo el descaro de aparecer frente a nosotros.

— Tuve razón al echarte de casa como la gata que eres - Hwang miraba irónicamente a Felix — No cabe duda lo tan necesitado que estás por la atención de un hombre.

Puse a Felix atrás mío — Puedes meterte tus acusaciones por donde te entré Hwang, deja en paz a Felix y mejor desaparece de nuestra vista.

— Uy que miedo tengo ¿Qué? ¿la puta no se puede defender sola?

— ¿Quieres que te recuerde quien es la puta aquí? - Hwang abrió los ojos como platos — no quiero que vuelvas a dirigirte a él de esa manera y si me entero que lo acosas como a todos tus exe's esta vez no me quedaré sin hacer nada ¿entendiste?

Hwang estaba a punto de decir algo más, pero Felix me jalo para alejarnos del lugar sin darle chance al pelinegro de hablar. Felix se encontraba muy mal, tanto que empezó a temblar y lo único que se me ocurrió fue atraparlo en mis brazos y no soltarlo, consolarlo en silencio.

Cuidar de él como nadie más había podido hacer. 

Boyfriend | MinlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora