DIA UNO

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Me costo varios días asimilarlo, pero así era.

Hoy me disponía a dar la vuelta al mundo con unos tipos que aún ni siquiera conocía.

Conseguí irme gracias a que en la universidad me habían conseguido todo este tiempo como descanso aunque a la vuelta tendría que someterme a un montón de exámenes, aunque aún faltaba bastante para eso.

Tampoco es fácil compaginar las redes sociales y los estudios. Aunque muchos piensen que es súper fácil es estresante. Pero hago lo que puedo.

Centrémonos en el presente.

Me disponía a la ubicación que me habían mandado, pedí un uber y me dirigí a mi primer destino, que no quedaba tan lejos del apartamento en el que estaba viviendo.

Fui todo el trayecto en el uber junto a mi maleta apunto de explotar, de la cual he conseguido llegar al peso justo para que vaya en el avión, todo esto también junto a mi mochila en la que he metido todo lo que no me había cabido en la maleta. Y un pequeño bolso por dentro de mi abrigo que abarcaba mis pertenencias más necesarias: mi móvil, cascos, tarjeta de crédito, DNI y pasaporte.

Realmente aún no me creía que esto estuviera ocurriendo.

Hace tres años me llegabas a decir que haría algo así y me reiría en tu cara.

Pero es un reto que me he hecho a mi misma, y he de cumplirlo.

Creí haber llegado al sitio, era una casa grande, bastante grande, el tío del uber ya se había ido dejándome con mi maleton y mis ganas de irme corriendo a mi casa junto a una mantita

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Creí haber llegado al sitio, era una casa grande, bastante grande, el tío del uber ya se había ido dejándome con mi maleton y mis ganas de irme corriendo a mi casa junto a una mantita.

Al estar allí se sentía más real, me temblaban las piernas de los nervios y agarraba la maleta con fuerza mientras observaba la enorme puerta de la casa.

Que comparada con la que había conseguido yo con el poco dinero que gano en redes y el poco que me dio mi madre parece que el mío es una mierda.

Puede que estuviera dos o tres minutos en la puerta mirando el timbre.

—Llama Amelia, tampoco es para tanto—decía mi voz interior. Necesite otros dos minutos para asimilarlo todo.

Pero no me quedo otra que llamar al timbre.

—Amelia, relájate, no es la primera vez que haces algo como esto—me decía a mi misma una y otra vez.

La puerta comenzó a elevarse dando con la figura de cuatro chicos en primer plano.

Les mostré una sonrisa nerviosa.

—Hola Amelia, yo soy Dani aunque todos me llaman plex—dijo el del medio, que era el más alto de todos y me impactó ya que yo era ya de por si bastante alta, cosa que siempre me agobia pero igualmente el tipo me sacaba una cabeza—Y estos son Borja, Jopa y Adri.

Me saludaron todos y yo les devolví el saludo a todos.

—Bueno, supongo que conviviremos durante estos 80 días—dijo el alto terminándolo con una palmada—Ahora toca bloguear.

Around the world~YoSoyPlexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora