21. La calma

249 36 39
                                    

—Pensé que estabas de viaje—acaricio su cabello.

—No he podido irme—responde.

—Ven aquí—cierro la puerta tras de el y lo llevo a la habitación de Emily.

Lo llevaria a mi habitación pero es que ella se ha dormido en mi cama.

—Esta no es tu habitación—mira todo el lugar.

—Lo sé, Emily y anoche yo vimos películas en mi habitación y ella se ha quedado dormida allá—cierro la puerta tras de mi—Aqui tendremos privacidad.

El no pierde tiempo, se quita las botas y se sienta sobre la cama.

Se sienta como quien esta trastornado, en silencio, con la mirada perdida.

Supongo que aun debe estar un poco fuera de sus sentidos, teniendo en cuenta que lo drogue.

—¿Que tienes?—me acerco a él.

Me abre los brazos y me estrecha contra su cuerpo, dejandome sentada en su regazo.

Veo como se esta formando un pequeño moreton en su cuello, donde le he golpeado antes en el edificio del MI5.

Me da algo de pena.

—Ha sido una noche horrible—entierra su cara en mi pecho y yo lo abrazo—Pude haber muerto hoy, pudieron haberme matado.

—¿Que dices?—me hago la sorprendida—¿Que te han hecho?.

Al menos sé que no sospecha de mi.

Aún

No sospecha, tenía mascara, cabello negro y ojos marrones, y mi ropa totalmente diferente a la que uso siempre, el no sabe.

—Me atacaron, me drogaron—se ve triste.

—¿Esto tiene algo que ver con tu amigo de España?—el asiente.

—Creo que ahora van por mi—suspira, esta en una especie de trance—Aun no entiendo, tuvo todas las posibilidades de matarme y no lo hizo.

—Gracias a Dios no lo hizo—pongo mis manos en sus mejillas—¿Por que te buscan?.

Se queda en silencio unos segundos.

—No lo sé—miente y lo sé—De hecho no pensé que pudiera ser tan peligroso.

Me subestima.

No lo tomes personal Milly que nisiquiera sabe que esta hablando de ti.

Intento no caer en nada que pueda delatarme.

—Lo que mas miedo me dio después de que paso el efecto de la droga, fue no volver a verte—me mira a los ojos—Milly, si no vuelves a saber de mi despues de hoy, tienes que saber que te amo.

Mi corazón late con fuerza y veo sus ojos cristalizarse.

—No digas eso—se me arruga el corazón—No quiero perderte, no puedo perderte—lo abrazo y el me abraza tambien—¿En que estas metido? La última vez estaba todo bien y ahora me dices que quieren matarte—niego con la cabeza—No entiendo nada.

Intento indagar, necesito tener información.

—Rubia, no puedo decirtelo—me mira apenado—No quiero implicarte, no quiero que te pase algo malo solo por estar relacionada a mi—acaricia mi mejilla—Mientras menos sepas, mejor.

—Me da miedo que algo te pase—lo miro y el niega.

—Te prometo que volveré con vida—me besa—Necesito mi vida para estar contigo, para formar una familia juntos.

Asesina de Hombres || Matt Smith & Milly AlcockDonde viven las historias. Descúbrelo ahora