Después de su segunda cita, entendió muchas cosas pero la principal era que no podía hacerse ilusiones, solo debía disfrutar y divertirse con sus amigos.
Por ello el se encontraba ahora con su hyung favorito, seokjin.
Ambos estuvieron de acuerdo que esta no sería una salida romántica, su hyung le mencionó que solo quería pasar tiempo con él porque creía que su relación estaba en peligro, el lo tranquilizó diciendo que solo se debía a su nuevo trabajo.
Su hyung le mencionó que hablaría con su jefe, pero le suplicó que no lo hiciera, pues no quería más problemas con él.
Min yoongi era un jefe muy estricto y era algo de lo que había sido advertido por sus amigos, pues cada uno de ellos había pasado por su situación y en parte estaba agradecido porque de lo contrario no estaría ganando un sueldo que cubría sus necesidades.
—¿es cierto que sigue exigiéndote quedarte hasta cerrar?
Asintió alegremente, era cansador pero recibía una buena propina si lo hacía.
—no entiendo porque lo hace ¿has pensado en cambiar al área de compañía?
Por supuesto que lo había pensado, la cantidad de mujeres que acudían al bar a buscar conversación y un poco de coqueteo era exorbitante y el trabajo en aquel área era de menor carga horaria además de obtener una buena propina.
—si, pero el jefe piensa que aún soy muy joven y cree que debo seguir de camarero.
Seokjin miró al menor por un largo tiempo y soltó un suspiro, había algo muy extraño en todo el asunto, especialmente porque recuerda haber visto caras mucho mas jóvenes que las de taehyung trabajando de acompañantes.
—hyung ¿tu crees que soy poco atractivo y por eso no soy ascendido?
Mataría a min yoongi.
—claro que no taehyung-ah, eres el más sexy del grupo, dejame decirte que si no te amara como hermano menor mi lengua estaría en lo profundo de tu garganta—sonrió al verlo sonrojado—y también serías mi novio, mi lindo y sexy novio que comería todos los días—susurró cerca de su oído antes de darle una palmada en el trasero.
Río divertido al verlo correr despavorido, gritando que su hyung quería devorarlo.
Corrió para alcanzarlo, y al tenerlo cerca lo alzó en sus brazos y se dispuso a dar vueltas hasta marearlo.
Ambos cayeron sobre el otro riendo por lo sucedido.
—gracias por mi tercer cita hyung—sonrió con ternura al ver su sonrisa cuadrada—¿me guardarías un secreto?—asintió—esta fue mi mejor cita, pero no le digas a nadie o se pondrán furiosos.
Ambos explotaron en risas y juntaron sus dedos, un cello a su promesa.
—¿puedo pedirte algo también taehyung-ah?
Sonrió al verlo asentir con rapidez.
—busca tu felicidad, independientemente de si resulta algo bueno de estas citas o no, busca tu felicidad—quiso llorar al verlo tan perdido y se apresuró a darle un abrazo—no le tengas miedo al amor, ni aceptes migajas, si alguien te ama debe darte el cien por ciento, es lo menos que se merece alguien tan bueno como tú cariño.
Taehyung miró a su hyung conteniendo sus lágrimas, cuanto deseó que el taehyung de hace tres años que estuvo enamorado de ese hyung pudiera haber escuchado estás palabras.
El taehyung de hace tres años tuvo que sanar solo y ocultar sus sentimientos escapando del contacto o la mirada de su hyung, pero ahora que lo tenía ahí frente suyo sabía que ese ciclo estaba cerrado.