Capítulo 1

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Se encontraba España dando vueltas de un lado a otro en su cocina mientras esperaba a que llegara su hijo, México.
Lo acompañaban sus pequeños Guatemala y Belice quiénes tenían algo de sueño pero no podían hacer nada más que esperar junto a España, el cual ya estaba muy preocupado.

Sabía que su hijo no tenía muchos amigos y se le hacía raro que no llegara a la hora que indicó.
Seguía dando vueltas hasta que uno de sus pequeños habló.

–Papá tenemos mucho sueño –dijo Guatemala tallando uno de sus ojitos– Mi hermanita ya se está durmiendo

–Bien, vayan a la cama –respondió España después de un largo suspiro– Lamento haberlos tenido aquí

–Descuida, entiendo tu preocupación –dijo Guatemala para después llevar a su hermanita a la cama

España se preparó un café y esperó con ansias la llegada de su hijo mayor.
Esperó hasta la madrugada hasta que escuchó como se abría la puerta, rápidamente se levantó para encontrarse a México con una mala cara pues ya se esperaba el sermón de España.

–Puedo saber por qué llegas a esta hora?

–No te interesa –respondió el mexicano siendo indiferente–

–Claro que me interesa, eres mi hijo

–Desde cuándo?

Esto último hizo que España se enojara.

–Desde hace mucho tiempo y lo sabes, he cuidado de ti y de tus hermanos con tanto sacrificio para que sólo reciba esto de tu parte?!

–Dejame en paz, quieres? –dijo el mexicano empezando a caminar hacia su habitación siendo detenido por España–

–No me hables de esa manera jovencito, dime dónde cojones estabas

–Estaba en casa de un amigo, tranquilizate

–Te he dicho que tenías permiso hasta las 10:00, ya es la 1:00

–Se me fue el tiempo, perdón –esta vez escapó del agarre de su padre y fue a su habitación encerrándose en ella–

Escuchó como su padre azotaba su puerta a lo que sólo dió un suspiro y se recostó sobre su cama. Miraba al techo esperando quedar dormido pues realmente estaba muy cansado.

Había ido a una fiesta con sus tres amigos: Colombia, Argentina y Chile, dónde la pasó bastante mal pues los molestaron como de costumbre.
Le parecía muy idiota que los molestaran principalmente por su forma de vestir, para él no tenía nada de malo, literalmente había tomado lo primero que vio en su armario pero a los ojos ajenos era raro.

Al no poder conciliar el sueño decidió darse una ducha caliente. Se acostó en su tina de modo que no ahogara y cerró los ojos para pensar en todo lo que pasó, no le agradaba que su padre lo estuviese regañando aunque sabía que se lo merecía pues prometió llegar temprano.

Tanto tiempo pasó que ni siquiera se dio cuenta de cuando su piel empezó a arrugarse como pasita, salió de la tina para secar su cuerpo y cabello. Era ondulado, de color un castaño oscuro y tan suave como el algodón, tenía un cabello sin duda hermoso.

Salió del baño y se vistió con ropa cómoda para intentar dormir cuando recordó el como había tratado a su padre. 

Si me pasé con España, mañana le pediré perdón de alguna forma –pensaba para sí mismo–

Buscó en internet algunos desayunos que posiblemente le gustarían a su padre para luego quedarse dormido.

A la mañana siguiente se paró temprano, por más  cansado que estuviera, para hacer el desayuno como disculpa y espero a que sus familiares fueran.

–Veo que te paraste temprano –dijo su hermano Guatemala sentándose en la mesa– Creí que habías muerto

–Jaja que gracioso mira como me rio

–Debería ser comediante, verdad?

–Ya cállate, estoy aquí y estoy bien –alegó México mientras servía el desayuno de su hermano–

–Harás algo hoy?

–No creo, por qué?

–Pensaba que podríamos hacer algo juntos

–Dices como familia?

–Si –dijo Guatemala empezando a comer–

–Pues si España no se enoja conmigo supongo que si

Después de eso hubo un silencio por parte de Guatemala, le había decepcionado la respuesta de su hermano.

–Pero si el se enoja aún podemos pasar tiempo juntos –dijo esperando calmar el ambiente

Su hermano se resignó a decir algo hasta que se escuchó como su hermana pequeña pedía ayuda para bajar las escaleras, México acudió a su llamado y la bajó con cuidado.

–Ya estás grandecita como para tenerle miedo a las escaleras, no? –dijo Guatemala con un tono un tanto burlón

–Tu cállate! –respondió Belice para después sacarle la lengua

–Hey! Ya calmense chamacos o los acuso con España

Sus hermanos respondieron que no al unísono a lo que el mexicano sólo dió un suspiro y sirvió la comida para su hermanita y para él.
Los tres comieron hasta que escucharon como bajaba su padre.

–Cómo es que se han despertado tan temprano? –dijo España dando un bostezo

–Yo me levanté primero –respondió México

–Que raro

–Quería disculparme contigo por cómo te respondí ayer, sé que no estuvo bien

–Ya no te preocupes por eso, México

–Guatemala se preguntaba si podíamos hacer algo

–Pues... –miró a los pequeños quienes ya lo veían con ojos de cachorrito– Supongo que si

España rió un poco al escuchar como sus hijos celebraban y después empezó a comer el desayuno que preparó su hijo mayor.

Confiaba en que la actitud de su hijo se debía a qué estaba en esa etapa de rebeldía, aunque sabía que ya estaba algo grande para apenas pasar por esa etapa. Había estado investigando acerca del comportamiento de México, pero le pareció mejor contactar con un médico profesional, claro que no había comentado nada a sus hijos pues no quería que se malinterpretara la situación y dieran a su hermano por loco -como él lo empezaba a hacer-

Realmente ya no sabía que hacer con México, este cada vez se comportaba peor y aunque siempre se disculpaba seguía igual. No iba a negar que le estaba cansando todo eso así que estaba tomando medidas de precaución, no quería que llegara a hacerle daño a sus hijos más pequeños.

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Cómo están? Yo estoy muy emocionada por esta historia, espero que les guste ❤️‍🩹✨

Sé que ahora se ve un poco vacía pero conforme avancemos se irá viendo mejor, lo prometo 🍃✨

Dr. Psiquiatra ( ℝ𝕦𝕤𝕞𝕖𝕩 )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora