Capítulo 9

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Narra México

Recuerdo que mi mamá siempre nos preparaba comidas exquisitas, yo era su bebé preciado, creo que les dicen 'bebé arcoíris' mamá perdió a dos niños antes que yo, por eso me cuidaba mucho...

Mi papá era muy valiente y guapo, como de película, contaba mi mamá que todas querían estar con él pero mi papá le puso el ojo a mi mamá, ella era toda una dama y era bastante independiente, siempre olía a flores y sus manos eran muy suaves, tenía un hermoso cabello y unos brillantes ojos...

Cuando era pequeño me contaban que a pesar de lo valiente que era mi padre casi se hace pipí por pedirle permiso a mi abuelo de estar con mi mamá. Con el tiempo mi papá y mi abuelo se empezaron a llevar bien y dejó que se casara con mi madre...

No conocí mucho a mis padres, murieron de una enfermedad muy grave cuando aún era pequeño pero España nos adoptó. No odio a España de hecho lo considero como mi padre pero últimamente las cosas se han vuelto difíciles, supongo que es mi culpa por comportarme de esta manera... Es que no me gusta que me diga loco por cada pequeña cosa que hago...

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Narrador omnisciente

Se encontraban Rusia y México frente a una heladería sentados en una pequeña banca de color amarillo, habían pasado primero a la farmacia ya que Rusia insistió en curarle ese golpe. Rusia comía un helado de vainilla y México comía uno de chocolate.

–Y que dicen tus amigos de esto? –preguntó Rusia

–Ni se dieron cuenta –contestó México– el maquillaje si funciona

–Si tú lo dices

–Por qué escogiste esta carrera?

–Porque soy rebelde

–Hablo en serio Rus

–Supongo que quería ayudar a los demás

–Pues con ese semblante...

–Que tengo de malo? A ti parece gustarte

Esto último confundió un poco al mexicano haciendo que sus mejillas se pusieran de un bello tono carmín y dejó de hacer preguntas.
Al ruso por otro lado, le gustaba ver ese tono en sus mejillas, a veces le daban ganas de apachurrarlas como si de un niño chiquito se tratase.

Cuando Rusia terminó de curar a México le invitó un helado, pasaron el resto del día conociéndose mejor, sólo que esta vez era como amigos.

–Entonces metimos a Colombia en la llanta y Argentina no la detuvo a tiempo –contaba México

–En serio rodó colina abajo?

–Si, y al final se wakareo

–Que es eso?

–Que regresó la comida

–Oh! Eso es asqueroso!

–Pero fue divertido –dijo el mexicano para después reír un poco

Dr. Psiquiatra ( ℝ𝕦𝕤𝕞𝕖𝕩 )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora