Capítulo 2

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Después de una tarde de juegos en familia, España tuvo que dejar a sus pequeños para hacer algunas llamadas a cierta persona.

–Entonces podemos agendar una cita para este lunes?

–Claro señor España, solo dígame el nombre del paciente al que le haremos las pruebas

–Se llama México

–Bien, lo esperamos aquí el lunes

–Muchas gracias –respondió España para después colgar el teléfono

Suspiró mirando por la ventana viendo a sus pequeños jugar a "las traes" miraba en especial a México, estaba yendo demasiado lejos? Cómo se lo tomaría el mexicano? Y si no le decía nada? Tenía que idear un plan para decirle a su hijo que sería llevado a un psiquiátrico.

Por otro lado, se encontraban Belice y Guatemala corriendo para que México no los alcanzara, este solo corría más lento para darle ventaja a sus hermanos y porque ya se había cansado.

–Chamacos y si jugamos a otra cosa? –dijo deteniendo a sus hermanos

–No es mi culpa que ya estés viejo –respondió Guatemala cruzándose de brazos

–Viejo?! Me ofendes enano

–Yo no soy enano!

–Si lo eres, no alcanzas ni a la ventana

–Tu no eres muy alto que digamos

–Y aún así para mí eres muy bajito

México sólo vio como su hermano se puso colorado hasta empezar a pegarle.

–Oigan, yo quiero jugar a las escondidas –dijo Belice intentando llamar la atención de los mayores

–Bien, jugamos a las escondidas –respondió México empujando a Guatemala– Nosotros nos escondemos y tú cuentas hasta veinte

–Pero yo no quiero contar

–Yo cuento! Y al que encuentre le doy un sape! –dijo Guatemala levantándose del piso

–Si! –contestó Belice y de inmediato se fue a esconder

–Oye enano, a ella no le vayas a pegar

–Pero no me digas enano! –reprochó Guatemala sacándole la lengua a México

El mayor hizo lo mismo y después se fue a esconder, una vez escondido México recibió un mensaje de Colombia.

*Oiga, queríamos salir a
pasear por ahí en la
noche, vienes?

*Al chile no se wey, ya me regañaron ayer

*Otra vez? Pues que puto

*Órale, voy pero si me
descubren te echo la culpa


*Si si, como no

Guardó el teléfono y pensó en como se escaparía por la noche, no le gustaba la idea hacerlo pero tampoco quería otro regaño por parte del español, fue cuando se percató de como los miraba su padre, algo le decía que había hecho algo, pero no sabía el que.

El día pasó tranquilo, México jugaba con sus hermanitos y España se mantenga encerrado en su oficina donde buscaba resultados para lo que -según él- tenía el mexicano.

Dr. Psiquiatra ( ℝ𝕦𝕤𝕞𝕖𝕩 )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora