Some Day I Will Fix You

CAP 31

—¿Cómo te has sentido Minnie?

—Un poco mejor, me he quedado aquí en mi casa

—¿Y tu mamá?

—Fue a trabajar

—¿Estás solo en tu casa?

—Así es.

—¿No quieres qué salgamos?

—No, quiero quedarme hoy en casa, pero gracias, Suwon.

—¿Puedo quedarme contigo?

—¿No estabas ocupado?

—Para ti no estoy ocupado, estaré ahí en cinco minutos.

Así fue como finalizó nuestra llamada, rápido comencé a ordenar la casa y a recoger mi cuarto. Al escuchar el timbre, tome la manija y recordé algo, baje mi mirada:

—¡Estoy en pijama! −Grité. −Suwon, ¿podrías esperar?, estoy en pijama.

—Si te escuché y no te preocupes, lo supuse antes de venir, así que también estoy en pijama.

Sorprendido, abrí y efectivamente estaba en pijama, le sonreí mientras lo dejaba pasar

»cómo me hace feliz este chico «

—Bien, ya estoy aquí, ¿Qué quieres hacer?

—Juguemos videojuegos.

—Bien, esta vez si ganaré

—Ya veremos Suwonnie

Pasamos toda la tarde jugando y riendo, pedimos pizza y comíamos mientras seguíamos jugando:

—Bien, él que pierda está, invita algo mañana

—De acuerdo, de todas formas, tú y yo sabemos quién va a perder.

Y así fue como sucedió, mientras yo festejaba mi victoria, Suwon estaba pensando en lo que iba a invitar, giré mi vista y me encontré a Suwon tirado en el suelo con un puchero, se veía tan lindo.

—Eres bueno en todo Minnie, eres único

Eso me hizo sonrojar.

—No lo soy.

—Claro que lo eres, para mí lo eres.

—¿Eso es lo que vez en mí?

—No podría decirte lo que veo en ti, deberías tener mis ojos para que vieras lo hermoso y especial que eres.

» Se me va a salir el corazón «

—Estás bromeando, ¿Verdad?

—No lo estoy Minnie

Antes de responder, escuchamos el timbre sonar, hice un puchero porque ese hermoso momento ahora fue interrumpido por quien este del otro lado de la puerta. Al abrir la puerta, vi un ramo de flores y al repartidor con una tabla:

—¿Esta es la casa de Jung Min Oh?

—Sí, soy yo.

—Puede firmar de recibido, ¿por favor?

Confundido firme la hoja, cargué las flores para dejarlas en la mesa, cerré la puerta y vi a Suwon salir de mi cuarto.

—¿Te gustan?

—Son muy hermosas Suwon, pero para quienes...

—Son para ti.

—¿Qué?

—Son para ti

—Pero ¿Por qué?

—Porque quiero que veas lo hermoso y especial que eres para mi pequeño.

Era la primera vez que me regalaban flores, me sentía emocionado, feliz, ahora siento lo que las chicas sienten, es una emoción bonita, te sientes importante, amado, querido, es una expresión que nunca había sentido.

—Eres el primero que me regala flores, muchas gracias, Suwon.

—Me siento feliz de ser el primero y que te gusten.

Corrí hacía él para abrazarlo, me aferré a su cuello y esconderme en este, sentí sus brazos rodear mi cintura, quiero quedarme así por siempre, sentir este calor, sentirme protegido, a salvo.

Pocos minutos después, nos separamos, tenía su cara sonrojada, pero con su hermosa sonrisa y sus ojos que brillaban como dos estrellas hermosas.

—Iré a ponerles agua.

—Claro, te ayudo.

Así fue como pase la tarde más especial que nunca olvidaré.