cap 4: Grudit

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El escenario era algo difícil de explicar. Sing, Melody y un hombre de apariencia demoníaca; estaban arrodillados frente a una figura que emanaba una intensa luz blanca y evitaba que su rostro fuera visible, tenían tanto miedo que no podían siquiera abrir los ojos. Detrás de la figura, estaba Seraphim viendo todo con curiosidad y un poco de diversión... La "diosa" estaba de pie observando a sus hijos y esposo de una manera nada amigable

Namika: muy bien, ¡¿Podrían decirme por qué le dieron afinidad a todos los elementos a esa humana?!

El grito aterró a los pequeños

Sing: creímos que sería lo mejor para ella

Melody: así no batallaria con su padre y su ejército a la hora de la guerra

Ambos niños trataban de mantener la compostura

???: ¡¿Y yo que tengo que ver con las travesuras de ellos?!

El hombre trató de sonar rudo ante la situación, pero fue en vano ya que su esposa lo obligó a besar el suelo solo chasqueando los dedos

Namika: ¡Te dije que tú deber como su padre es vigilar que no cometan este tipo de errores! ¡Luego soy yo la que tiene que solucionar los problemas que obtengo por su culpa!

El hombre se asustó más por el grito

???: cariño estás muy estresada y cansada. ¿Por qué no vamos a descansar un rato y dejas que los niños continúen con la historia?

La diosa dudó un momento

Namika: Seraphim, tú te encargarás de llevar el asunto en lo que yo descanso un rato, les deseo suerte en su historia

Y así, Namika desapareció dejando a los demás un poco asustados

Seraphim: Barael, será mejor que regreses a tu castillo antes de que Namika se enoje más de lo que ya está

El hombre de nombre Barael, salió de la habitación dejando a los niños con su niñera listos para continuar la historia

Seraphim: Melody, te toca iniciar con la historia, y nada de peleas. ¿Entendiste? Sing

Sing: si...

Melody: han pasado cinco años desde que falleció Polaris, Sabrine, Yuki y Kiiro, se dirigen a la ciudad capital Endree. Una ciudad dedicada a la mercancía y es la ciudad donde se encuentra el templo dirigido al dios Grudit, el cuál, Sabrine tenía ganas de conocer. Ese día, se encuentran descansando en una hermosa playa llena de arena blanca y aguas cristalinas que permiten ver a las hermosas criaturas marinas que nadan cazando o relajándose con la cabeza apoyada en la arena

Yuki: me hubiera gustado que mis papás vieran este hermoso paisaje, se hubieran enamorado de estás hermosas aguas y está fina arena

Sabrine observó a Yuki con una sonrisa y después desvío su mirada a Kiiro, la cuál, jugaba formando torres de arena

Sabrine: se hubieran vuelto locos al saber que tú y yo ya tenemos una hija

Ambas se miraron sonrojadas y volvieron a mirar a Kiiro, la cuál, tenía una cicatriz en el cuello. Resulta que Yuki la convirtió en semi vampiro para no perderla tan fácilmente, ya que era lo único que ambas tenían de aquel pueblo que un día les abrió las puertas. Luego de pasar dos días descansando en la playa, las tres siguieron su recorrido hasta llegar a Endree para que Sabrine pudiera contactar con Grudit.

Al cabo de otros pocos días, llegaron a la ciudad capital Endree e hicieron fila para poder acceder a la ciudad, ya que habían muchos guardias custodiando la entrada y revisando las pertenencias de los visitantes y residentes

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