・ | ✦ʚ 2 ɞ✦ |・

174 13 2
                                    

.
✧[ - iPromise -]✧
.

—Mi otro secreto es este: Yo. Disfruté. El. Beso—tarareó, tocando la nariz de Freddie por cada palabra que decía, hasta que en la última su dedo terminó sobre sus labios, silenciando completamente al chico y sus pensamientos con aquel beso indirecto.

Una vez más, Sam dejó a Freddie completamente sin palabras. Literalmente. Freddie se quedó inmóvil, mirándola con sorpresa mientras su cerebro casi experimentaba un cortocircuito al escuchar las palabras de su amiga-enemiga. Sam soltó una carcajada ante su reacción, finalmente sacando a Freddie de su estado de sorpresa para sumergirlo en un mar de dudas.

«¿Por qué ella se está riendo de mí? ¿Acaso estaba bromeando?», se preguntó en silencio, sintiéndose un idiota al no haberlo pensado antes. Ambos vivían de hacerse bromas mutuas, ¿por qué ella actuaría de manera diferente estando afectada por aquel gas?

—Te quedaste muy callado de pronto, Fredward—observó Sam entre risas.

—Y tú muy risueña, Princesa Puckett—señaló él con sarcasmo—. ¿Estabas bromeando conmigo, verdad?

Sam estalló en risas ante la sugerencia, y Freddie lo tomó como una confirmación a sus sospechas. Contagiado por su risa, pronto se unió a ella, sin resentimientos. Poco a poco, sus risas disminuyeron hasta que ambos se encontraron mirándose a los ojos.

—Tengo admitir que aún afectada por el óxido nitroso eres buena actriz, casi caigo en tu trampa—la felicitó, dándole un golpecito amistoso en el hombro—, pero no vuelvas a bromear con algo así, por poco pensé que lo decías en serio.

—Oh, pero lo dije en serio—confesó ella, alzando su mano hacia él para acariciar su cabello de nuevo—. Quiero besarte y, por cierto, tienes un lindo cabello, me gusta.

Freddie la miró con confusión, repasando las palabras en su mente y el tono en que fueron dichas, intentando detectar sarcasmo en sus palabras.

—No puedes estar hablando en serio—insistió, sintiendo su corazón latir con más fuerza ante la posibilidad de que ella estuviera hablando en serio.

Como si hubiera leído sus últimos pensamientos, Sam sonrió con dulzura y acarició su mejilla con cuidado, como si quisiera memorizar cómo se sentía entre sus dedos. Luego, miró a Freddie a los ojos con cariño.

—No estoy bromeando, Freddie. De verdad disfruté ese beso, y quiero repetirlo—afirmó ella entre risitas, con sus mejillas tan sonrosadas como las de Freddie—. Podría darte un besito ahora mismo...

—¿Ahora mismo? —preguntó, casi atragantándose con su saliva al pensarlo.

Sam asintió y, sin decir una palabra, se inclinó hacia él con claras intenciones de besarlo. Antes de que Freddie pudiera detenerla, tropezó con la camilla y terminó cayendo hacia adelante. En un reflejo, Freddie la atrapó en un abrazo, evitando que se golpeara contra el suelo.

—¡Quién diría que mi intento de beso terminaría así! —exclamó Sam entre risas, sin parecer apenada por estar en los brazos de Freddie—. Oye, Freddo. ¿Huele gracioso aquí, o soy solo yo?

—Tal vez es el olor a antiséptico del consultorio—respondió Freddie, entre apenado y confundido por lo rápido que había cambiado la situación entre ambos.

—No, es dulce, como... vainilla.

—Ah, sí, me puse una crema de vainilla antes de venir—explicó. Sin saber qué más decir, dijo lo primero que llegó a su mente—. Entonces, ¿te gusta?

—¡Mucho! —exclamó Sam, entusiasmada—. Tanto que me está dando hambre. ¿Me compras un helado?

Freddie sonrió ante su petición, eso sí sonaba a algo que su Sam diría.

iEnyoyed the kiss| SeddieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora