Hablando en voz alta

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-¡¡Dame eso idiota!!

-Vamos chiquillo, tendrás que ser mejor que yo para alcanzarlo.

Se escucho en la parte trasera del camión, era la rutina diaria de Mark, molestar a los de nuevo ingreso, aunque ya íbamos apenas a entrar a segundo de preparatoria, el lo hacia todos los años, a mi me gustaba ir hasta adelante pegado a la ventana, viendo por esta toda la mi ciudad, no era algo tan grande para exagerar pero me gustaba su clima, casi siempre llovía y como vivo pegado al cerro, estoy mas que acostumbrado a lo fresco.

-¡¡Oye Mark!!-Dijo el chófer del autobús- ¿Por que no puedes ser un poco mas maduro y dejar a los niños de una buena vez? No entiendo como es que puedes seguir estudiando con esa actitud.

-Estudio para no terminar como usted, chófer bueno para nada, ademas mi padre es el dueño del colegio y puedo decirle que lo corra a su caja de cartón-Le contesto Mark de una manera burlesca.

-Uh!!-Se escucho por todo el camión.

Solo me quede viendo al chófer, el cual apretaba el volante con todas sus fuerzas y sus dientes rechinaban de ira, no era la primera persona que veía que Mark lo ponía así, a la mayoría de los profesores los amenazaba con despedirlos. Yo por mientras iba dándole golpesitos a la ventana con mi dedo, mientras veía el paisaje lleno de arboles y tenia mis audífonos a todo volumen, revise mi celular y faltaban 7 minutos para que empezaran las clases.

-No puedo creer que pasare a segundo-pensé- todo se paso tan rápido, aunque nos traían como negros con tantos trabajos y exámenes, supongo que ahí se me fue el tiempo que nunca recuperare.

De pronto, algo me golpeo la cabeza, era una manzana ya echada a perder, voltee atrás y vi a Mark y sus otros 2 gorilas con sus sonrisas estúpidas, como si hubieran hecho la hazaña mas heroica del mundo, se empezaron a acercar a mi.

-Psss, psss, señor chófer-Llame al chófer con la mas cautela posible- ¿Seria tan amable de acelerar un poco? Ahí viene Mark y los 2 mastodontes que siempre lo acompañan y se que no puedo razonar con cabernicolas

El chófer volteo a verme y me guiño el ojo, me imagino que o es un si, o un "espero que ya tengas tu lugar en el cementerio",sentí como el autobús aumentaba un poco la velocidad, pero no era suficiente como para llegar a la escuela antes de que Mark llegara a mi lugar.

-Hola niño emo-Me dijo Mark de una manera burlesca.

-Ya te he dicho que andar de negro no significa que sea emo, idiota-Le respondí.

-Wow, calmado niño emo, chicos sera mejor que se alejen un poco, no vaya a ser que el niño emo saque sus navajas con las que se corta y nos trate de atacar-Dijo Mark.

-¡¡Tu bien sabes que esas cortaduras son por tu culpa, me tomaste del brazo y me rasguñaste con tu diente de tiburón que traes colgado en el cuello!!- Me levante de mi asiento con ira gritandole.

-Ja ja ja-Rio Mark de la manera mas sarcástica- A nosotros no nos engañas, te cortas por que no soportaste que tus padres se separaran, no tienes resistencia-Dijo empujándome de nuevo a mi asiento.

De pronto el autobús freno repentinamente, haciendo que tambaleáramos un poco los que estábamos sentados, pero para el grupo de cabernicolas que estaba de pie, espero que hayan sentido como el terremoto del 85, los 2 mastodontes lograron tomarse de los barandales del techo, pero Mark salio disparado hacia adelante, tropezó con sus propios pies y cayo de boca en el piso del autobús, des afortunadamente tiene la cabeza demasiado dura-Ya que no tiene espacio para por lo menos un poco de cerebro- y solo dio un pequeño gemido de dolor.

-Pero que....- Voltee la cabeza a la ventana y ya estábamos frente a la escuela, mire mi celular y todavía faltaban 3 minutos para que empezaran las clases, que alivio.

-Que tengan un buen día chicos!!-Dijo el chófer mientras salia disparado del camión-Suerte Daniel!

-Muchas gracias!!- Le grite por la ventana mientras se alejaba, esbozando una pequeña sonrisa.

-Agg... Maldito chófer... me las pagara como no tiene idea-Esbozo Mark mientras se ponía de pie con ayuda de sus 2 gorilas.

Tenia que aprovechar antes de que me viera otra vez como objetivo, el estaba justo delante de la salida y no pasaría por ahí con el enfrente, mire la ventana unos momentos, pensando si hacerlo o no, pero prefería evitar mas enrollos con esos tipos, me puse encima de mi asiento, me sujete al borde de la ventaja, di un salto, quedando sentado en la orilla, gire y caí al piso de concreto del estacionamiento, torciéndome un poco el pie, pero no importaba, di una pequeña mirada a Mark que se estaba recuperando y salí corriendo hacia la escuela.

Mis padres pensaron que si me metían a la mejor escuela católica de la ciudad, con una colegiatura un tanto alta y gran educación, creería mas en el "Dios" que tanto hablan, pero ahora que lo pienso, juzgo cada vez mas a la religión, creo que el plan de mis padres no funciono, pero, puedo usar el pretexto del "niño Jesus" para la navidad, decir que voy a misa cuando en realidad estoy en el parque acostado gozando de la oscuridad, e incluso que me den un poco mas de dinero para la "limosna", tal vez estaba mal, pero no me sentía mal aunque se gastara una fortuna por la colegiatura no me importaba sinceramente.

Iba subiendo las escaleras, afortunadamente mi nuevo salón estaba en el segundo piso, creo que tiene lógica que los de primero estén en planta baja, luego segundo piso y luego el tercer piso, algunos lo nombran "El Penthouse" , solo por que estaba en lo mas alto del edificio, me parecía un estupidez pero así eran ahí, la mayoría debo admitir que eran "Mi reyes" y "niñas de papi", pero no todos eran iguales, pero había muchos como Mark que se la pasaban presumiendo todo lo que tenían, en cambio, yo iba con mis vans, el primer pantalón que encontraba, una camisa y mi gorro favorito, y sobre mi celular, todo el tiempo se trababa, se apaga de la nada y enciende, pero no me quejo, tiene mis mejores discos de música. Mientras pasaba por la planta baja vi a Christian, uno de mis mejores-Tenia tantos- se empezó a acercar hacia mi, era un tipo raro, tenia un extraño sentido de humor, y nunca lo había visto llorar-Bueno, tal vez aquella vez que lo rechazo una de tercero pero, vamos, tenia un sueño de humo-.

-Estas listo para tu clase favorita?-Me dijo

-Ja, si me estas insinuando que si estoy listo para que el profesor de religión me exorcice, me prepare psicologicamente todas las vacaciones para este día.- le respondí

-Hiciste pacto de nuevo con Quetzalcoatl? O cambiaste al nuevo llamado Charlie?- Dijo con una risa

-Desafortunadamente todos los lapices los perdí a lo largo del curso escolar, y el papel mi madre solo quiere que lo use para imprimir y no hacer dibujos-Le dije con la misma risa tonta.

Llegamos al 2do piso y me empece a buscar en la lista, al parecer quede en el salón 122, y Christian en el 124, era una lastima, el año pasado quedamos juntos, lo cual fue un error de los maestros ya que juntos somos como un Hitler solo, desafiando todo lo que no nos parezca, ahora tendré que hacer mi propia revolución yo solo, me despedí de Chris y entre a mi nuevo salón, es igual al de la planta baja, un poco mas pequeño, pero se sentía la esencia de hacerte creer en la religión, elegí una butaca en el centro, me gustaría estar mas atrás, pero tengo problemas de la vista, vi como empezaron a llegar mas compañeros al salón y espere a que empezara el infierno eterno del primer día.


Chocando contra el cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora