Duxino One Shots

¿Podrías Amarme? (2/2)

Caminaba sin un rumbo, realmente se sentía prisionero de aquellos sentimientos. La mujer con la que tuvo que casarse, no le bastó con un matrimonio que resultó engañarlo.

No sabía que hacer, había pasado un año ya de su boda pero nada había cambiado, todos dijeron "las cosas van a mejorar cuando se casen" pero ver sus caras al escuchar sobre lo sucedido pudo entender que todos pensaran "él no le prestó atención" se sentía jodidamente devastado, no por ella, si no, por no haber hecho lo que siempre quiso en vez de seguir a gente insignificante.

[....]

.- Eres tu -. Dijo una voz femenina detrás suyo, tenía el pelo largo y ondulado junto unos hermosos ojos avellana que con su brillo combinaban con el invierno .- Eres la chica de hace años..-. respondió, todavía no superaba lo que vio ese día en su despedida de soltero.- Pareces un gato abandonado -. Dijo la chica con cierta gracia al verlo .- Creo que va acordé a mi situación -. Contesta con simpleza para sentarse en una banca, ella se sienta a su lado y solo le sonríe para quedarse en silencio.

No era incómodo para ninguno de los dos, es como si eso fuera suficiente para entender que ninguno estaba pasando por un buen momento. Conversaron un poco más entre risas y cuando el pelinegro cuenta la situación que estaba pasando, está lo apoya a dejar ese lugar. De alguna se sintió reconfortado por sus palabras y aún sabiendo que las cosas serían difíciles, no podía dejar que arruinen su vida.

[...]

.- Si te dijera que te amo ¿Podrías Amarme? -. Pregunta curiosa la joven quien tenía una mirada embobada en sus ojos, como si tratase de buscar algo con toda su curiosidad .- No sé ¿Te gustaría que lo hiciera? -. Dice tartamudeante el chico frente ella, se conocieron hace un año pero por alguna razón, parecía que fue hace mucho más. Claro que para esta chica él solamente era raro a la vista, no entendía que le gustaba de su forma de ser, tal vez su risa y comentarios hacia todo. Tal vez su rostro blanquecino con sus ojos relucientes, que por más que mintiera su mirada podría atravesar la verdad.

Habían pasado dos meses de su reencuentro y este ya estaba divorciado, ella por su parte había dejado su trabajo anterior. Era su forma de mantener a su hermano menor, quien todavía pasaba por la secundaria y era difícil mantener la matrícula.

Caminaban sin rumbo comiendo, mirando a sus alrededores .- Que más puedo pedir de ti? -. Dijo el chico pelinegro dirigiendo su mirada al suelo sin imaginar una respuesta a todo lo que pasaba por su mente .- Si dices que me quedé, lo hare por ti -. Dijo ella haciendo que él sorprendido levanté su mirada, ahí estaba ese sentimiento por el cual se empezó a enamorar de esta persona.

.- Que haremos? -.
.- ¿Eso importa? Solo .. Ámame -.
.- ... Ya lo hago ... -.

A veces las personas llegan de casualidad y se van de la misma forma, pero quién nacía para quedarse jamás se rendía, eso eran ellos dos.