Prólogo

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Una chica de cabellos castaños estaba en aquella cafeteria esperando a una amiga suya... su amiga era una amante del café y ella de las malteadas por lo que ese era un lugar bonito en todo ese pequeño pueblito que era algo... gris.

—Toma tu malteada. —Dice una chica de cabello más oscuro mientras se sentaba enfrente suyo con su propio café.— Claro, claro todo yo, todo yo.

La de cabello más claro dio una risa y negó mientras ya proseguia a acabar esa malteada, siempre tenía mucha hambre.

—¿Cómo vas en tus clases Rose? Lo bueno es que tenemos algunas juntas jajaja aunque sean diferentes carrera. —Dice sonriendo leve y veía como su mejor amiga bebia su café.

—Meh... tenemos ese examen que si no lo pasamos hay que volver a tomarla en vacaciones... pero bueno...

—¿Quieres ir a esa tienda bonita luego?

—¿Ah? Si claro, hagamos un poco más de decoración en nuestro apartamento que esta bien triste.

Sonrieron juntas y luego de terminar en esa cafetería fueron hacía una tienda en ese centro comercial que les gustaba mucho. Eran unas simples muchachas en sus 19 años que estaban en la universidad, cada una en sus carreras, compartiendo algunas clases, viviendo juntas y algunas veces perdiendo la cabeza con el dinero.

Nada fuera de lo común...

—Hey Evelyn ¿Cómo vas con tu laboratorio? Esa pasantia en esa compañía.— Preguntó la de cabello más oscuro, claro, para tener un mejor trabajo en el futuro necesitas experiencia... y eso es lo que la castaña trataba de conseguir y más por su carrera de bioquimica pero apenas estaba empezando.

—Uh... va bien... ayer en la noche terminé unos reportes de laboratorio... parece que están en algo grande... oi, de milagro me aceptaron en esa pasantia y es una muy buena compañía... muy famosa. Incluso hay personas postulandose para unas pruebas de una nueva vacuna... y les pagan claro.

—Si, yo sigo trabajando en conjunto con aquella empresa de Colombia... jajaja, te acuerdas? Aunque con eso de las vacunas, deberías apuntarme si pagan bien. —Río mientras luego iban por ahí.

—Te saldrá un tercer ojo. —Dice sonriendo leve aunque justo alguien se choco contra ella en el centro comercial, pronto vio un montón de azúcar sobre toda su ropa y enfrente suyo vio a un muchacho de cabello claro y desordenado y a su lado uno más alto con pelo negro y corto.

El muchacho justo se disculpo y le paso unas cervilletas tratando de arreglar su error, disculpándose varias veces por haber echado todos esos pretzels encima suyo.

—¡Ay! Lo siento, no era mi intención... te sirven las cervilletas?

—Ah... no, no, esta bien. —Evelyn era algo callada, bueno, las dos por igual, pero Evelyn siempre hablaba por Rose, la de cabello claro era callada pero en el interior se guardaba muchas cosas... algunas veces, tenían cierta manera de expresarse.— Solo déjalo asi...

—Amigo... —El otro muchacho de pelo negro empezó a reírse ahora por la cara del más bajo.

—Callate Joan... —Dice aunque justo vio como las chicas empezaban a irse.

Y empezaron a alejarse.

El muchacho pasó su mano por su cara en pena... había ensuciado la ropa de una chica... en público...

Y bueno Rose solamente estaba riéndose ahora por lo molesta que estaba su amiga y ese accidente

—No puede ser... —Dice mientras escuchaba las risas de su amiga ahora aunque justo que estaba quitándose el chaleco manchado su celular cayó al suelo.— Ahhhh ya ves, ya ves, recogemelo que tanto te ríes

Between DeathDonde viven las historias. Descúbrelo ahora