IV

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[POV _]

No pude dormir durante toda la noche. No podía creerme lo que había sucedido con Katsuki hacía apenas unas horas. 

La confusión hacía que un zumbido se hubiera establecido en el interior de mi cabeza y no me permitiese conciliar el sueño.

El silencio que reinaba en toda la academia, debido a las horas de la madrugada que eran, no podía molestarme más.

Volví a buscar la posición perfecta que me permitiese dormir, por lo menos, las horas que quedaban antes de tener que levantarme para ir a clase. 

Roté durante eternos minutos mi cuerpo buscando la comodidad hasta que desistí.

Cubrí mi cara con la almohada para acallar el grito desesperado que necesitaba sacar de mí.

- No puedo más.

No dejaba de darle vueltas al asunto. Cada vez que recordaba sus labios, su aroma y, sobre todo, como me tocó; mi temperatura corporal volvía a aumentar incontrolablemente.

Me estaba empezando a odiar a mí misma por pensar en Katsuki de aquella forma.

Él no es nada; nada más que el idiota egocéntrico, narcisista, agresivo y abusón de siempre.

Intenté autoconvencerme de que no era más que eso y que, lo que había sucedido fue un error. Error que había sucedido porque me había pillado desprevenida y vulnerable.

Él mismo lo dijo. Intentaba darme una lección, quería humillarme.

Asentí la cabeza reafirmando mis conclusiones. Fruncí el ceño ya que no acababa de comprender sus métodos para llevar a cabo su pequeña venganza.

Realmente no había conseguido lo que se propuso, aunque él creyera que sí.

¿Volvería a intentarlo si supiera que no me sentí humillada?

Negué con la cabeza para sacar las dudas sin sentido que habían aparecido.

- No voy a permitir que me vuelva a tocar de ninguna forma y bajo ningún concepto – aseguré mientras me levantaba de la cama.

Aún quedaban 3 horas antes de que sonara el despertador. Decidí ponerme mi traje y salir a entrenar un rato.

Debía de perfeccionar mi técnica. Tras el combate con Katsuki me sentía demasiado cansada y tenía que mejorar mi resistencia.


❀❀❀❀

Después de varias horas entrenando volví a la academia.

El sol comenzaba a iluminar todo el edificio y pronto empezaría a haber movimiento. Me tumbé en el sofá que teníamos en la sala común para descansar un rato antes de subir a cambiarme.

Me había excedido entrenando, y mi respiración agitada y mis músculos entumecidos eran la prueba; pero tenía que mejorar a toda costa, no podía volverme débil.

Sin darme cuenta mis párpados fueron haciéndose más pesados; quedé dormida en aquel sofá cuando el sueño pudo conmigo.


[POV BAKUGO]

Bajé las escaleras para llegar a la cocina antes de que los demás inútiles se despertaran. No me apetecía tener que verle la cara a ninguno de esos de buena mañana.

Busqué algo en la nevera para matar el hambre y fue cuando la vi.

¿Qué hace durmiendo aquí?

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