Capitulo 7

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Hoy es el último día de clase y como todos los años mi antiguo colegio realiza una fiesta de fin de curso en el que todos los cursos participan cantando y vailando en un pequeño teatro. Como todos los años yo y mi hermana vamos, allí nos encontramos con un monton de antiguos compañeros. Todos hablan sobre lo mismo, sobre lo mucho que les gustaria volver a esos tiempos a estar en la antigua clase con los antiguos compañeros aunque solo fuese por un día, todos quieren volver, todos menos una persona, yo.

¿Que porqué no querría volver? Por que esa fue la peor epoca de mi vida, esos seis años se acabaron convirtiendo en un infierno horrible en el que no era aceptada, en el que me llamaban "gorda","babosa","bicho" y cosas peores, en el que los niños se peleaban por no tenerme en su equipo, en el tube que aguantar miradas risas y comentarios irientes, en los que tube que tragarme mis lagrimas y toda mi tristeza y hacer como que no me enteraba de nada, en los que empece a comer compulsivamente para evadirme y sentieme mejor (razón por la que ahora vomito), una época en las que noches de llanto eran muy frecuentes. Cosas que cuando eres adolescente duelen pero se superan, pero si eres una niña simplemente te destroza, te hunde la autoestima y te marca de por vida.

Cuando era una niña e iba al colegio no tenia muchos amigos, por lo que cuando alguien era majo conmigo y se hacía pasar por mi amiga por que las suyas le habían dejado de lado, yo me lo creía y confiaba en esa persona. Hubo una chica llamada Carmen Mari que siempre se hacía pasar por nuestra amiga cuando se quedaba sola y despues nos dejaba tiradas, y lo peor era que yo siempre volvía a caer en la trampa por mucho que Adelaida me intentarse advertir, supongo que me paso lo mismo que con Laura, la ilusión de estar integrada me pareció tan bonita y real que me adentre en ella sin pensar. Ni siquiera ser por que me hice amiga de esa chica, era muy controladora y mandona y lo peor era que no me dejaba ser yo misma, vereis, cuando yo estaba en quinto ya era una gran potterhead y una otaku y me encantaba hablar sobre esas cosas, "si solo hablas de libros y series de esas japonesas para críos y raritos frikis nunca haras amigos en el instituto" me decía siempre Carmen Mari, se equibocaba obviamente, todas las amigas que e hecho desde entonces han sido por los libros y los mangas y la  verdad esque estoy muy contenta de haber hecho amigos por ser como soy y no por fingir ser otra persona, chicos hacerme caso, buscar gente que os quiera por como soy en vez de por ser como quieren, sed siempre vosotros mismo.

Aunque esos no eran los únicos problemas, ojala hubieran sido los únicos, desde luego que hubo más problemas, chicas que intentaban que Rosario y yo nos pelearamos, chicos que se inventaban rumores irientes y personas de otros cursos que se metían por medio, niños más pequeños se metían con nosotras y nos hacían rabiar para enfadarse y niños más mayores, en vez de intentar que parasen les animaban a meterse más con nosotras.

No os confundais, no estoy diciendo que todos mis recuerdos sean malos, tambien pase algunos buenos momentos pero en todos los buenos momentos había algo malo, en todas las buenas anécdotas hay una parte que md hirió y que nunca cuento. Pasara lo que pasara siempre había algun graciosillo dispuesto a hacer la gracia para que todos se rieran, todos menos nosotras.

Yo se que sólo eran críos y que probablemente no sabían el daño que podian causar y que probablemente aún a día de hoy siguen sin saberlo, o a lo mejor siempre han sido totalmente conscientes en cuyo caso eran un poquito cabrones (disculpad mi vocabulario) pero el caso es que me hicieron mucho daño y convirtieron lo que tendría que haber sido una de las mejores épocas de mi vida en un infierno. Fue una época en la que yo solo era una cría incapaz de pasar del tema con el único sueño de encajar, era como una pieza de un puzle único de 10000 de piezas entre un monton de piezas grandes de madera de un puzle de 20 piezas del chino, alguien que no iba ahí y que jamas podría encajar que no era parte de ese mundo.

Al final en la fiesta me lo pase bien, los teatros estuvieron geniales, vi a un monton de antiguos compañeros y profes y despues de los teatros fui con unos antiguos compañeros a visitar nuestra antigua clase, estaba cerrada así que nos fuimos a la de enfrente donde habíamos dado cuarto, desde luego desde que ya no estoy allí me lo paso bien cuando voy, que extraña paradoja

Gritando sin gritarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora