Dia 1: El Yo

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Buenos días, dijo casi susurrando... Tienes una moneda? O algo para comer?
-em si creó que tengo por aqui, dije amablemente mientras buscaba entre mis bolsas del pantalón, tenga no es mucho pero ojala le alcance para algo de comer
- te lo agradesco, sabes, lo eh perdido todo, por culpa de ella. Gaste todo lo que tenía para poder verla, tocarla, sentirme amado... Pero era una dulce mentira que al final me dejó sin nada.

El señor dejó caer un par de lágrimas mientras apretaba entre sus manos un frasco rojo con un etiqueta negra de letras blancas.
Ten, me murmuró, yo no las necesitaré más, dijo mientras dejaba el frasco sobre la banca y se levantaba dándome la espalda, sólo... No confies en las voces, ni en ella, tampoco confies en lo que el te muestre... Es más, no confies en nadie, y una última cosa, al tomar la 4° pastilla iras con ella, vendrás a donde yo iré... Y en ese mismo instante el señor camino lentamente y a una distancia moderada sacó un arma, disparándoce en la cabeza justo enmedio de la avenida.

....

Al ver eso un miedo recorrió mi espina dorzal, no entendía lo que pasaba, escuche las últimas palabras de un viejo loco, pero se veía muy bien vestido como para ser un vagabundo de años, que rayos paso! A nada le veía sentido... Casi por instinto actúe y tome el frasco de pastillas, me levante y corrí a la parada más cercana para agarrar un carro de regreso a mi casa... Espere un rato y aborde el primero, en el camino me coloque los audífonos y me puse a observar las pastillas, el frasco lucía nuevo, era de vidrio rojizo con una etiqueta negra un poco raspada y con unas letras blancas que decían la leyenda: "MORIENDUM EST"
la muerte inevitable, es una frase en latín, la eh escuchado en otras partes... Pfff pues ah sido un día muy raro mejor será guardar todo y relajarme. Subí el volumen de la música e intente dormir.

MORIENDUM EST.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora