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Miércoles, 18 de
Octubre del 2023.
    
    
    

KOSEM.
    
    
    
    
Suaves luces de tonalidades frías iluminan mí piel mientras lanzan mi delgado cuerpo al aire, los gritos se escuchan lejanos pero solo me concentro en el sonido de la música mientras la gravedad me deja caer.

Los ojos de todos están sobre mi al ser atrapada, cuando abro finalmente los ojos dejando a todos sin aire por la electricidad que viaja en ellos.

Soy dejada en el suelo de pie moviendo mis caderas al ritmo de los cánticos de la escuela Reewolf High, agitando en el aire los llamativos pompones.

Acrobacias y piruetas son hechas a mi alrededor cuando el reloj marca el último minuto, mi cuerpo cayendo al suelo de rodillas moviendo todo mi torso, mis manos recorriendo mi cuerpo para hipnotizar a todos bajo el ritmo de la música que los atrae.

Dos de mis compañeros toman mis brazos y me levantan para continuar con la coreografía, mi cabello negro cayendo por los lados de mi rostro moviéndose en el aire del sereno de la noche donde se llevó a cabo el emocionante partido.

Todos aplauden cuando el capitán del equipo patea la pelota en los últimos segundos, cayendo en la portería del equipo opuesto y ganando el campionato que por suerte no a quedado en empate.

Los animadores celebramos con victoria, corriendo fuera mientras todos animan desde las gradas euforicos.

El ambiente está lleno de risas, los animadores festejan entre sí. Sus manos sostienen mi cuerpo alzandome en el aire entre gritos de celebración.

Bajan mi cuerpo minutos después, cuando el entrenador me abraza con una sonrisa en su rostro.

Animan mi nombre al saber que nuestra estrategia una vez más había funcionado, siendo alabada al hacer conseguido de nuevo el código.

Una sonrisa de satisfacción de deja ver entre tanta oscuridad, soplando las velas del gran pastel que se avecina cerca de mi, todos aplaudiendo al apagar el fuego sobre la cera.

Todos están llenos de risas, eufóricos mientras los integrantes del equipo de fútbol escolar entran para unirse a la celebración, pero al alzar mi mirada mis ojos conectan con los suyos, su cabello castaño cayendo por su cabello y su piel tostada con esos hermosos ojos verdes que me observan a la distancia, con una sonrisa.

Aparto a todos a mi alrededor, corro con fuerzas hasta él y me lanzó a sus brazos que me atrapan, enredan mis piernas en su cintura mientras me gira.

Me separo para verlo, él sostiene la parte baja de mis muslos para evitar que me caiga de ellos.

Todos nos ven a la distancia, pero mi vista está únicamente concentrada en sus ojos brillantes al observarme.

Matthew Peart, líder de uno de los equipos más prestigiosos de la escuela, el clamado y exclusivo equipo de boxeo estudiantil.

Temido por muchos a pesar de su personalidad extrovertida y inofensiva, algo que solo ocasiona cierto sentimiento de diversión en mi.

—Estuviste increíble. —Su mano está en mi mejilla, su pulgar acariciando mi piel pálida iluminada por ia suavidad de las luces frías qué rodean el lugar.

—Lo se. —Admito con diversión haciéndolo reír, presionando más su cuerpo contra el mio, su cabeza cayendo y su frente posada en mi hombro aún riendo suave.

Mis dedos viajan por sus hebras, acariciandolas con una suave sonrisa.

Él a estado aquí desde que tengo memoria para recordarlo, él único que sabe todo lo que a ocurrido en mi pasado y lo que pasa cada día de mi vida en la actualidad.

LO QUE UNA VEZ SOÑÉ © #1 [✔️] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora