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CAPÍTULO TRES.
    
    
    
    
KOSEM WONDERLUST.

Mi cuerpo se mueve al ritmo de la música entre la oscuridad iluminada, manos pegadas a mi cintura moviendo mis caderas al suave ritmo.

La canción de Grind me down de Liliana Wilde me apresa con el suave movimiento, mis manos viajando por todo mi cuerpo moviendo mi cabello captando la atención de todos alrededor con mi danza.

El cuerpo ajeno cada vez más cerca de mi, su respiración suave sobre mi piel y sus labios rozando mi cuello, erizando cada uno de los vellos de mi cuerpo.

La música se detiene y las luces frías se dispersan al igual que las miradas, una sonrisa satisfecha aparece en mi rostro volteando para ver su rostro.

Matthew me observa con una sonrisa, sus labios besando con suavidad mi frente mientras me abraza. Demasiado dulce como para haber bailado un baile provocativo junto a mi hace tan solo unos segundos antes.

Aparto la mirada cerrando mis ojos, recuesto mi cabeza de su pecho y miradas están sobre nosotros entre suaves murmuros qué ahora nos rodean aunque no me importa mucho.

Una mano se posa sobre mi hombro y volteo rápidamente con el corazón acelerado mientras me sacaban de la pequeña burbuja en donde estaba.

Sus ojos azules tan claros están en mi fijamente, con una leve sonrisa en una expresión que no puedo entender.

Song Yewon, reconocería esas uñas acrílicas color pastel y ese vestido de tirantes con encaje donde fuera.

Me aparto de Matthew únicamente para abrazarla con una sonrisa, pero su mirada conecta con la de él y de repente ya no puedo verlo, me doy de cuenta que ya no estaba cerca, que se había ido.

Veo a los alrededores sin poder conseguirlo cerca, el semblante decaído de Yewon me deja ver que algo esta mal entre ambos.

—¿Que les pa-? —Quiero hablar pero soy interrumpida, Yewon niega suspirando cansadamente.

—Discutimos. —Se mordió el labio inferior—. Pero no es nada Kosem.

Quizás ella lo decía pero algo en mi lo gritaba, me decía con tanta fuerza que si tenía importancia.

No estoy convencida, me cruzo de brazos asintiendo, mordiendo mi labio mirando a algún lugar fijo, encontrando una escalera a la distancia qué no había visto antes.

—Voy a tomar aire. —No espero una respuesta antes de caminar hasta la segunda planta de la casa, veo personas alrededor beber o besarse a mitad del pasillo pero algo me llama a caminar cada vez más allá.

Mis dedos rozan con la madera oscura, el picaporte plateado me incita a entrar y eso es lo que hago.

La luz que se cuela a través de el ventanal que ocupa la pared entera con cortinas negras a sus costados me hace sentir tranquila, los tonos oscuros y azules abundan en la habitación.

Doy un paso adentro, la penetrante colonia masculina inunda mis fozas nasales actuando en mi como si fuera una droga, dopandome como alguno de esos tranquilizantes que consumo.

Aspiro el olor, cerrando mis ojos y caminando hasta dejarme caer en la orilla de la cama a mitad del cuarto.

Al abrir mis de nuevo puedo ver el paisaje desde aquí arriba, mi mirada viaja por el cuarto hasta verme reflejada en un espejo de cuerpo completo, mi cabello negro cayendo por los lados de mi lados pálido, el vestido negro de tirantes negros corto se pega a mi cuerpo, el encaje resaltando mi piel como la nieve.

LO QUE UNA VEZ SOÑÉ © #1 [✔️] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora