¿A los cuantos besos dejamos de ser amigos? ✧; ⌜Sungsunᵃᵈᵃᵖᵗ⌟

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Esto está muy mal. Sunoo se repetía una y otra vez, su consciencia era consciente de sus actos, pero sus hormonas no, estaban alborotadas y necesitadas de placer; de los besos de Park y sus caricias.

– Ah – dejo escapar un gemido placentero. Su mano se movía al mismo ritmo que la de Sunghoon, ambas, empapadas de pre semen: pegajosas, que se movían sobre un pedazo de carne, sensible y perceptible de las caricias.

– Sunoo – la voz de Sunghoon, la cual tenía un tono ligeramente grueso y carrasposo, le avisaba que el menor ya estaba a punto de correrse – más fuerte.

Sunoo obedeció: movió su mano alrededor del miembro de Sunghoon, con un poco más de fuerza y velocidad que antes. Gimió y casi lloró, cuando Sunghoon también lo hizo con el suyo, insistiendo en llevarlo al orgasmo al mismo tiempo. Y así fue.

Luego de unos minutos, ambos descansaban y superaban sus propios orgasmos. El cuerpo pesado de Sunghoon estaba encima de el de Sunoo; y el mayor, no hizo ningún esfuerzo por alegarlo, sintiéndose debilucho y necesitado de calor y cariño.

– Sigo pensando que esto está mal – dijo suavemente al menor. Sunghoom le miró con los ojos interrogantes, como si no supiera el por qué, ni la razón de sus palabras.

–Somos novios, no está mal – mencionó como si fuera obvio.

Sunoo se molestó al oír sus palabras. Su mente y corazón estaban demasiado sensibles, para escuchar la estupideces de Park.

– No somos novios, bueno sí, pero de mentiras. Y no soy gay, tu tampoco.

Esta vez Sunghoon lo miró seriamente.

– Tampoco somos completamente heteros, de todos modos, ¿A quien le importa?, ¿Cuál es el problema si nos sentimos bien tocándonos? – Sunoo pasó sus manos por su cabello, arreglándolo un poco. Lo hemos hecho varias veces desde que empezamos. A veces eres tú el que inicia, como hoy.

Sunoo recordó como ambos estaban haciendo la tarea en la sala del comedor. Uno enfrente del otro, apoyándose y consultando sus dudas. Todo iba bien, hasta que Sunoo movió su pie y lo colocó encima de una pierna de Sunghoon, provocando un sobresalto por parte de Park. Sonriendo de forma maliciosa, movió su pie hasta tocar el miembro de Sunghoon, que dejo escapar un gemido de excitación pura.

Sunoo por su parte empezó a mover su pie sobre aquella zona, a la que conocía como, peligrosa, enorgulleciéndose cuando logro conseguir una erección de Sunghoon. No tardó mucho para que ambos decidieran que era mejor terminar en la habitación. Kim medito sus acciones: por dios, estaba perdido. Estaba perdido por Park Sunghoon y no podía dejar de estarlo, pero no debían, porque ellos eran mejores amigos.