Capitulo Cinco

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-Ryan Walker-

Verla con aquel vestido me hacía volverme loco, la había invitado a bailar, no la había visto con el imbécil que se suponía que es su novio, quien dejaba a alguien así vestida, vaya yo la presumiría como nunca, la había visto desde que entré y no me había fijado en nadie más, y verla sentada, con su copa en la mano y sus piernas cruzadas había sido una tentación y claro que la había invitado a bailar, quería tenerla cerca de mi, mi cuerpo me lo pedía a gritos, y tener su cintura en mis manos y tan cerca que nuestras respiraciones chocaban me daba tentación de hacer todo con ella.

-Lo tenemos -Liam me dijo al oído, estaba algo despeinado y con labial, seguro se había besado con alguien de la fiesta-

-Mantén vigilada a Elizabeth y avísame si sucede algo -asintió con la cabeza y me fui por el pasillo que se encontraba en el salón, lejos de la fiesta, donde dos hombres me esperaban afuera de una puerta, me acomodé mi traje y cuando di la señal abrieron la puerta a la par-

-Señor Walker -uno de los hombres se acercó a mi- Lo hemos descubrido cerca de su departamento

-Buenas noches -mi voz sonó más fuerte, me di la espalda para servirme un trago- Parece que tu jefe te envió -su cara estaba destrozada, su ojo estaba hinchado y su labio caído estaba lleno de sangre por todas partes-

-Juro que no he dicho nada -podía escuchar la dificultad que tenía para hablar- Me ofreció una gran cantidad de dinero

-Sabes -le di y trago a mi Whisky- Deberías de pensar con cuidado donde te metes -me acerqué a él- Este no es un trabajo fácil

-Lo sé solo

-No he terminado -levanté mi dedo- Quiero que le digas a tu jefe que no quiero juegos sucios -vacié un poco de whisky en la herida de su ojo y se quejó de dolor- Solo espero que lo hagas

-Lo haré lo juro -gritó y asintió con la cabeza, alejé mi vaso y me lo llevé a la boca-

-No lo quiero aquí -les dije a los hombres que lo redoraban- Necesito que se lo lleven -salí de la habitación sin decir nada-

-No crees que es demasiado -Me miró uno de los hombres de la puerta-

-Desde cuando me tuteas -levanté mi ceja-

-Lo siento señor yo -le hice una señal-

-Si se quieren largar háganlo -le dije y ambos me miraron fijamente- No están obligados o ¿si?

-No señor -respondió el otro, Liam se acercó a mí-

-Li está tomando demasiado -me dijo al oído, carajo, la había dejado por unos minutos y ya había bebido, sabía que algún imbécil podía aprovecharse de ella, pero la prensa no dejaría pasar esto, camine a por el pasillo a toda velocidad, la gente estaba bailado y rápidamente la distinguí, estaba con un vaso en la mano mientras hablaba con el chico del bar, me acerqué a ella-

-Elizabeth -la tomé de la cintura y me miró-

-Oh eres tú, señor me importa un carajo -sus palabras se arrastraron- Vaya, que te trae por aquí -me dio una sonrisa, le quité el vaso de su mano y miré al chico para que se fuera- Oye ese es mi vaso, si quieres beber consigue el tuyo

LO QUE NOS ESPERA DEL DESTINODonde viven las historias. Descúbrelo ahora