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DOLOR

Ayer soñé contigo. Casi no recuerdo nada, solo que nos estábamos convirtiendo en uno. Afirmaste que nunca me habías hecho nada bueno, pero si hubiera algo más agradable, habría sido el gran honor de que me permitiste estar a tu lado, aunque sea por un tiempo.

He memorizado los patrones de tus respiraciones en los que tu voz invadió mi garganta. No puedo hacerte entender. No puedo hacer que nadie entienda lo que está pasando dentro de mí. Ni siquiera puedo explicarlo yo mismo. No puedo tener suficiente de ti en mis manos. Tal vez no sea amor cuando digo que eres lo que más amo, eres el cuchillo que me sumerjo y giro dentro de mí mismo. Esto, querida, es amor, una de las experiencias más hermosas que he tenido contigo. Pero solo yo estaba enamorada.

Si millones te amaron, yo soy unas de ellas, si una te amó, soy la única que lo hace, si nadie te ama, entonces por medio, estoy muerta. ¿Qué cosa vale la pena amar de mí? De alguna manera, como me estás mostrando, no soy digno de nada.

Me tocas por perdón, pero no puedo mirarte y llamarte por tu nombre para detener tus tonterías de amor mentiroso.

Esto no es lo que quiero. Esto es otra cosa, algo que no es bueno para mí. No puedo vivir contigo, simplemente no puedo vivir. Creas olas en mis emociones; no hay escapatoria de ti.

Tienes que matarme. Debes prometérmelo.

¿Cómo puede una persona tan aburrida hacerme tan feliz?

Te amé hasta el punto de las ruinas. Te amé hasta que mi cerebro se sintió como si estuviera lleno de gusanos comiendo pieza por pieza de mi cerebro para olvidarlo todo. Pero de alguna manera, incluso ellos sabían que yo no podía.

Creo que sé amar mejor que nadie. Es por eso que todo me resulta tan doloroso.

Tuya,
Felix .H