I Don't Mind Falling (If It Means I Get to Fly Again) // Ziam

26

Zayn estaba jodido.

Literalmente.

Golpeado contra el sofá después del mejor (y sin duda el más entusiasta) beso negro de su vida antes de que Liam le diera la vuelta para acercar la espalda de Zayn a su pecho, enterrando rápidamente su polla en lo más profundo de Zayn. Casi lo derriba sobre el brazo del sofá con sus fuertes y bruscos empujones, arrastrando las muñecas de Zayn hacia arriba para sujetarlo contra él mientras buscaba el ángulo perfecto para golpear sin piedad su próstata. Al final, soltó una de sus muñecas, exigiendo a Zayn que se masturbara hasta correrse sobre su propio puño, y luego Liam subió la mano para lamer el semen, chupándo los dedos de Zayn en la boca, murmurando aprobación al sentir el sabor de Zayn en su lengua. Todas las obscenidades que nunca había esperado que salieran de la boca de Liam resonaban en sus oídos, y luchaba por recuperar el aliento bajo el peso del otro hombre, que lo cubría y lo apretaba firmemente contra el brazo del sofá mientras daba unos cuantos empujones rápidos más con las caderas hasta llegar a su propio clímax.

Más tarde, cuando estuvieron limpios y acurrucados bajo las ridículas sábanas de algodón egipcio de Liam, éste, siendo Liam, se limitó a reírse ligeramente después de convencer a Zayn de que admitiera que le preocupaba que su sexo fuera demasiado vainilla.

"No iba a salirme con la mía la primera vez, cariño. Quería que tomaras la iniciativa de todos modos. Odio los condones porque prefiero perderme en ellos que preocuparme por esa mierda en el momento crucial. Y si eres sincero conmigo y hablas conmigo, podemos hacer lo que quieras. Dentro de lo razonable, obviamente", lo había tranquilizado Liam, y siguieron hablando de lo que le gustaba y lo que no a Zayn, y luego lo mismo a Liam, hasta que se durmieron envueltos el uno en el otro.

Se habría reído de sí mismo por haber dudado alguna vez de que la conversación siempre iba a ser exactamente así, porque Liam seguía siendo perfecto. Es decir, se habría reído de no estar jadeando con tanta fuerza, levantando la cabeza lo suficiente como para mirar a Liam en el espejo mientras estaba inclinado sobre el lavabo de su baño, destrozado de nuevo apenas unas horas después.

Zayn se había despertado en la habitación oscura con ganas de fumar un cigarrillo, y cuando regresó del balcón al baño para gorjear un poco de enjuague bucal, Liam se le acercó por detrás dándole un fuerte golpe en el trasero. Zayn escupió en el lavabo y asintió con la cabeza antes de que Liam le bajara rápidamente los joggers por los tobillos. Aquel maldito lector de mentes se había reído entonces, parpadeando en un intento adorablemente fallido de guiñar un ojo, como siempre.

Ahora, su gigantesca pata rosada encontró el camino hacia el cuello de Zayn con un firme estrangulamiento para arrastrar la oreja de Zayn cerca de sus labios, y esa era sin duda sólo una de las muchas razones por las que Zayn apenas podía respirar. Zayn había admitido que hablarle sucio podía llevarlo al límite, y Liam, obviamente, había tomado notas mentales, gruñéndole al oído lo bien que Zayn estaba recibiendo su polla, lo apretada que estaba, lo mucho que deseaba llenarlo. Con la mano libre, azotaba a Zayn con firmeza en cada declaración, apretándole las mejillas entre cada bofetada. Todo lo que Zayn quería y necesitaba de él, una excitación irreal que cosquilleaba cada parte de su cuerpo mientras gritaba sin disculpas una y otra vez.

Zayn dejó escapar un gemido bajo cuando Liam movió la mano alrededor de su parte delantera para agarrarle la polla antes de que su puño se desdibujara para seguir el ritmo de sus implacables embestidas y pronto Zayn se corriera sobre la encimera y los dedos de Liam con un grito estrangulado. Liam se retiró, tambaleándose para levantarse lo suficiente como para soltar su propia carga sobre el culo y los muslos de Zayn, agachándose rápidamente para lamer su propio semen, deslizando la lengua por el agujero aún sensible de Zayn mientras éste gemía, suplicando a Liam que se detuviera, por muy poco que en realidad quisiera que lo hiciera.