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El Tomás y yo íbamos camino al hospital donde se encontraba su hermano, este estaba sudando por lo asustado y yo también, por miedo a que se enterara.

Puta que soy weona

revise mi celular y tenia muchas notificaciones, lo puse en silencio, pero el del Tomás estaba en sonido así que cada vez que le llegaba una notificación se me bajaba la presión, pero este no las veía.

—Autos culiaos que no avanzan.— dijo este enojado mientras tocaba la bocina

Me miro un momento y su mirada molesta desapareció, se acercó a mi, tomo mi mano y dejo un pequeño beso en mis labios rápidamente volvió a tomar el volante.

—Lo siento si mi actitud te está asustando amor, pero estoy asustado y espero me comprendas.

Me congele un momento ante ese apodo pero sonreí al instante

—Te entiendo, tranquilo, conduce con cuidado.

Este conducía a una velocidad estable mientras me daba la mano y me acariciaba esta con su pulgar, me sentí tan feliz que estaba olvidando todo hasta que su celular sonó.

—Puta no paran de llegarme notificaciones weon.— me miro de reojo —¿Paso algo? Estas pálida Stefy.—

—No, todo esta bien solo necesito aire.— dije mientras bajaba el vidrio

Este asintió y siguió conduciendo hasta llegar al hospital, fuimos a preguntar a la recepción y nos dieron el número de su habitación, subimos por el ascensor hasta llegar a la pieza, donde se encontraba su hermano, era igual a él, pero este tenía rastas blancas y negras, estaba pálido y era muy delgado, tenía vendas en los brazos y muñecas, su hermano se acercó a él y se agachó para ponerse a llorar levemente, el otro dormía tranquilamente, estaba vivo.

Saque mi celular y revise Instagram, mi apuesta con la flo estaba en todas partes, alguien nos había grabado.

Comencé a hiperventilar por miedo a que se enterara, lo mire y este me miro mientras se sacaba las lagrimas.

—Tomás....yo tengo que decirte algo.— murmure —Yo...—

No pude continuar ya que sonó su celular, este confundido miro el mensaje y le subió el volumen a su teléfono, cuando empezó el video, me di cuenta de que estaba reproduciendo el video de la
Apuesta.

Mis ojos se cristalizaron y me mordí el labio inferior, este termino de ver el video y me miro con los ojos llorosos, una mirada que tenía millones de sentimientos, el estaba decepcionado de mi.

—¿Por que Stefy? ¿Por que yo cuando fui el que más te ayudo?— dijo con la voz rota —Te amaba.—

—No, yo también te amo, de eso quería hablarte no es como piensas...

—¿Ah o sea el video es editado?— dijo sarcásticamente —Me decepcionaste.—

Comencé a llorar —Tomás...después cambie de parecer y te lo iba a comentar...—

—¿Cuando?— sollozó —¿Cuando Stefy?—

—A...Ahora en serio.

Negó múltiples veces —No te creo nada.—

—Créeme yo te amo, en serio.—sollocé fuertemente mientras me acercaba a él —¡Mírame Tomás, te estoy diciendo que te amo!—

—Un te amo no cambia nada Stefy.— me empujo despacio —Anda a la casa, te quedarás conmigo pero no quiero que me hables ni mucho menos que me mires, tú para mi no existes, nunca nos conocimos.—

—No me hagas esto...lo siento mucho Tomás, lo siento mucho.—llore mientras agarraba su mano —Perdóname.—

—Yo nunca te hubiera hecho eso Stefy, nunca hubiera jugado contigo.

—Estoy muy arrepentida, créeme por favor, te lo ruego.

—Suéltame.— me empujo nuevamente —No quiero hablar contigo.—

Asentí —Está bien, solo quiero decirte lo mucho que estoy arrepentida y que me hubiera gustado cambiarlo, te amo como nunca ame a nadie, vivire amándote, morire amándote y moriré mirándote, te amo.—

Salí de la habitación destrozada, comencé a llorar fuertemente, lo había perdido, perdí al Tomás.

Me dirigí hacia la cafetería del hospital y me pedí un café, mientras sollozaba miraba fotos en mi celular mías y del Tomás que una vez nos tomamos juntos, cuando llegó mi café comencé a tomarlo para tranquilizarme un poco, me dio sueño así que apoye mi cabeza en la mesa de ahí y empecé a quedarme dormida.

Unos minutos después sentí que alguien me tomaba en brazos, asustaba abrí un poco mis ojos y vi al Tomás, este se dirigía al estacionamiento, me metió al auto y comenzó a manejar hasta la casa, el camino fue silencioso y con una tensión inmensa, tenía los ojos hinchados y él también, quería hablarle pero él me pidió que no le hablara y respetaré eso.

Cuando llegamos este me llevo hacia su habitación, me acostó en la cama y se fue nuevamente al hospital a estar con su hermano.

A pesar de haberlo traicionado este no me dejo de lado, me dejo quedarme en su casa y en su cama a pesar de todo lo sucedido.

Lo siento Tomás, no sabes lo arrepentida que estoy.

¿debería irme y dejarle una carta?

¿O le hago la carta simplemente?

Lo amo, se que fui una pendeja inmadura y weona pero quiero remediarlo, ¿Como lo hago?

Deje de pensar y me levante de la cama, fui al armario de este y saque una de sus poleras, me la puse y sentí ese olor tan familiar, volví a acostarme en la cama y antes de poder volver a llorar sentí a alguien saltar hacia la cama y acurrucarse a mi lado.

—Harry...—murmure mientras comenzaba a llorar

Nuestro perrito.

¿Como pude ser tan estúpida?

Él fue el hombre más valiente, puro, buen corazón y honesto que conocí, y yo fui una completa mentirosa.

Debería irme, dejarlo ser feliz porque quizás yo no soy buena para el, como él dijo, nunca estaría con alguien como yo.

Así que es una pérdida de tiempo seguir aquí.

Dejar de amarlo va a ser la mayor prueba de amor propio que tendré.

Dormiré esta ultima noche y después me iré, sin dejar rastro, dejando a Harry y mi pulsera, si él se la llega a poner algún día, volveré hablarle, sino lo hace, lo entenderé y no lo volveré a ver, nunca más.

𝐃𝐎𝐍𝐃𝐄? ✈ 𝘵𝘰𝘮 𝘬𝘢𝘶𝘭𝘪𝘵𝘻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora