"11"

602 59 29
                                    

Al despertar sentí una molestia en mi corazón, sabía el porqué, el sentimiento de culpa me dolía mucho, me fijé en la otra parte de la cama y me di cuenta de que este no había dormido conmigo.

Me levante de la cama y salí al pasillo para dirigirme al baño, al llegar vi que la puerta estaba abierta y había una persona, era Tom, solo que no tenía trenzas sino rastas, unas color blanco y otras negras, su pelo era pelinegro.

Rápidamente lo abracé por la espalda y comencé a llorar fuertemente

—Perdóname, en serio perdóname.—supliqué mientras manchaba todo su pijama con lágrimas y mocos

—¿Que?— escuche una voz no conocida —te confundiste de lindo.—

Rápidamente me separe, verdad que este tenía un gemelo, conchetumare, que mala cueaaaaaa.

Me limpié la cara y lo mire a los ojos, me di cuenta de que este era igual que el, sus mismos ojos y sí mismos rasgos, comencé a llorar nuevamente porque me recordó a él, en ese entonces, me di cuenta de que me había enamorado del Tomás.

Pero ahora todo se arruinó por mi culpa.

Este sin conocerme me abrazo y me acaricio la espalda, con libertad seguí llorando como una cabra chica, me sentía tan tonta.

—Llora todo lo que puedas, todo lo que te guardaste puedes soltarlo conmigo.— murmuro

—¿Tu crees que él me perdone?— dije entre lágrimas

—¿Quien? ¿Mi hermano? ¿Que ocurrió?— pregunto

Me separe de golpe, lo mire y me puse pálida, al parecer él no sabía lo que había sucedido.

—Yo me llamo Stefy, ¿Y tu?— cambie de tema

—Soy Bill, y quiero saber que sucedió con mi hermano Stefy.— se cruzó de brazos

Suspire y cerré la puerta, comencé a contarle lo sucedido, este simplemente estaba callado mientras me miraba

—Y yo estoy muy arrepentida, ni siquiera tengo la plata, ni siquiera hice el trato, me dejé llevar por mi corazón.— solloce

—El debe estar igual que tú, con el corazón roto stef, debes darle su tiempo, pero si lo quieres devuelta, la solución no es escapando de los problemas, es resolviéndolos.— me aconsejo —El te ama, y yo lo sé con mucha seguridad, pero no llores por él por favor.—

—¿Donde está el? ¿que hago?— pregunte sin razonamiento

—Salió a comprar ese weon, pero va a volver, lo único que debes hacer, es hablar con el, yo te ayudaré.— me agarró de los hombros —Prométeme que no volverás a llorar por el.—

Lo pensé un momento pero asentí —Te lo prometo.— sonreí —Gracias Bill.—

Abrí la puerta del baño y salimos, bajamos las escaleras y fuimos a prepararnos algo para comer, estábamos feliz, se me había olvidado un poco lo sucedido hasta que escuche como abrían la puerta, era el, pero no venía solo, venía con una mujer.

Ella venía con bolsas y el Tomás también, Bill corrió a abrazar a la chica y yo me quede congelada mirando al Tomás, este me quedo mirando raro ya que yo tenía puesta una polera de él.

—Hola.— la chica se me acercó —¿Estás bien linda?—

—Hola...si claro.— sonreí un poco —Mi nombre es Stefy.—

—Lindo nombre Stefy, soy Clara.

¿Será la nueva novia del Tomás?

Me duele saber que otra persona va a poder besarlo o va a poder abrazarlo y dormir con él.

—Clara, te recomiendo no hablar con mentirosas.— mencionó el Tomás

—¿Mentirosas?— me miro extrañada —Exageras las cosas Tomás.—

—Ella es una mentirosa, no hables con ella si no quieres que se te pegue.— dijo mientras sacaba cosas de la bolsa

Clara hizo una mueca y se alejó de mi, comenzó a sacar cosas de la bolsa y miraba al Tomás mientras le mostraba uno que otro producto riéndose, este copió su acción.

De la nada clara saco un paquete de condones, el Tomás se lanzó hacia el ella y la abrazo mientras se reía

—La mina sapa.— bromeó este mientras seguía abrazándola

Mi corazón, me duele.

Si mi mami estaría conmigo ahora le diría "Me duele el corazón mami"

Bill me miro y hizo una mueca, se acercó a mi y me abrazo, nuevamente comencé a llorar, frente a todos, que vergüenza.

Quizás el y yo no merecemos permanecer juntos, después de todo soy una mina que ni siquiera a terminado el liceo y él ya está hasta trabajando, tiene su propia casa, generalmente los hombres así prefieren las mujeres mayores.

Bill me llevo hacia otro lado y me sentó en el sillón, me limpió las lágrimas y acaricio mi cara

—No llores por favor....acuerdate lo que hablamos.

De la nada alguien agarró la mano de Bill y lo levantó, no ejerció fuerza ya que Bill tenía vendas en sus brazos y sus muñecas pero lo levantó, era el Tomás.

—¿Por que estás con ella? ¿Sabes que es una mentirosa de mierda no?— dijo mientras me miraba de
Reojo

—Tomás, necesito que hablemos, mírame weon, te estoy hablando.—murmure tristemente

—No hay nada de que hablar, esa apuesta ya lo dice todo.— dijo con molestia —No molestes, te dije que no me hablaras y que no me miraras, por favor, sácate mi polera.—

Sorprendida me levante del sillón y me saque la polera quedando solo en sostén y pantalón de pijama, se la tire y me quite las lágrimas.

—Toma, ¿Ahora puedes escucharme?— pregunte mientras agarraba su mano suavemente

—No.— me empujó un poco —Anda a ponerte una polera, no quiero escucharte ni mucho menos toparme contigo.—

—Por la chucha.— suspire mientras caminaba

Con dolor asentí, sentía pinchazos en mi corazón, subí las escaleras y fui a su habitación a buscar una polera mía, me tire a la cama entre lágrimas, sentí que alguien entraba a la habitación, me fijé y me
di cuenta de que era Clara, ella se sentó en la cama y me quedo mirando con tristeza, molesta me senté al lado de ella y la mire mal.

—¿Eres su novia no? ¿Veni' a burlarte?— pregunte con cierta ironía

—¿Novia? Amor, soy la tía de los gemelos.

—¿Que?

𝐃𝐎𝐍𝐃𝐄? ✈ 𝘵𝘰𝘮 𝘬𝘢𝘶𝘭𝘪𝘵𝘻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora