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Londres, 13 de Junio 2023, 09:34 AM

- ¿Sabes que es lo mejor de mi trabajo Luv? - pregunto Cillian, analizando el archivo que tenía entre sus manos, sin apartar la vista de este.

- N-No - declaro vacilante la chica, levantando la vista de los documentos que se encontraba analizando; dejando de lado toda acción que estuviera haciendo para colocarle plena atención. a las palabras de ÉL.

Porque su trabajo era, Escuchar, Obedecer y satisfacer a Cillian Murphy.

En todos los sentidos.

Observo como este se quitaba los anteojos, y la miraba fijamente con una sonrisa aterradora, con sus ojos azules que se oscurecían conforme esbozaba más su sonrisa; extendiendo el archivo hacia ella, dejando caer las fotos del caso.

- Sentarme frente a todas esas víctimas, escucharlas e imaginar que he sido yo quien les ha pegado... el que las ha hecho llorar y gritar de dolor... miedo - confeso, riendo entre dientes.

Ante la confesión del hombre, ella simplemente se limitó apartar la mirada del hombre y regresar su vista nerviosa hacia los archivos que antes revisaba, sintiendo la mirada del hombre sobre su cabeza.

Apretando su bolígrafo nerviosa, ante la sensación extraña que se estaba originando en su estómago.

Sabía lo que se venía.

- Y las fotos...- Cillian, comenzó bajando el cierre de su pantalón, e introdujo su mano con lentitud, sacando su miembro y comenzando a bombearlo de arriba hacia abajo, sin apartar la vista de Kayleigh - Todas esas fotos preciosas de sus lesiones, la sangre... - comenzó a bombearlo con más rapidez, mientras daba pequeños suspiros de satisfacción - Supongo que es el incentivo de mi profesión... ¿Verdad cariño? -

- Su-S-Supo-Supongo -

No estaba lista para lo que se aproximaba.

- Dime Cariño, ¿Qué fue lo que hiciste mal hoy? -

Demonios.

Fue en cuestión de segundos que el ambiente en la oficina cambio por completo, Cillian guardo su miembro y se levantó de la silla frente al escritorio, sosteniendo con su mano izquierda un objeto extraño.

- ¿Sabes qué es esto Kay? - pregunto alzando el objeto entre sus manos, para que ella tuviera más visibilidad y comenzó a caminar lentamente hacia ella - Es un Taser -

Era demasiado tarde para retroceder.

Cuando estuvo lo suficientemente cerca, levanto su barbilla obligándola a mirarlo a los ojos, encontrándose con su mirada que sostenía pequeñas lágrimas - Es una pistola de electrochoques -

- Esta diseñada para paralizar a personas u animales, imitan las señales nerviosas y confunde a los músculos motores, principalmente brazos y piernas, inmovilizando al objetivo temporalmente ¿Divertido no? -

El frio metal de la pistola choca contra su pecho, su corazón late a mil por hora, y las terribles ganas de gritar y salir corriendo inundan su mente pero en segundos su mente se queda en blanco, es casi automático, y es que no importa cuánto se resista al final sigue siendo un juguete tan bueno y obediente, y en ese punto era mejor dejarse caer que intentar huir.

- Dime Cariño, ¿No quieres jugar con él? -

Al final de día cuando estuviera temblando, con la cara roja y las marcas en su cuerpo, Cillian la acariciaría y lo iba a escuchar decir "El buen juguete que era", sabiendo que la próxima ves sería más fácil denigrarla.

Y si, Cillian Murphy la tenía comiendo de su mano.

El error de Florence fue creer que podía ser salvada.

- Muéstrame que tan buen mascota eres Kayleigh -

La chica rápidamente se colocó de rodillas y tomó una postura sumisa, con las palmas hacia arriba sobre las rodillas y la cabeza inclinada.

Quería mirarlo.

-¿Que sucede Luv?, te mojas con el simple hecho de saber lo que el taser te puede hacer sentir ¿cierto? - Cillian se burlaba de ella, porque sabía lo avergonzada e impotente que la hacía sentir.

Apretó el primer botón, con una descarga mínima.

Sus pezones le gritaban tanto que tienes que luchar para evitar que las lágrimas broten. Y de alguna manera la chica se mojas aún más.

Otra gota cae al suelo.

Aunque tuviera prohibido mover la boca, de ella se escapa un gemido, una súplica desesperada.

Cillian se tomó su tiempo, la examino, la inspecciono. Kayleigh sintió los ojos de este recorrer su cuerpo y eso la inundo de vergüenza.

Avergonzada por tu humedad, esperas que no note la gota de humedad que acaba de caer en el suelo.

- ¡BASTA! -

La chica cae a un lado siendo incapaz de sostener sus piernas, agarrando tus pechos en vano, frunce el ceño.

- Deja de mirarme así Kay, tú pediste esto, y no creas que no me di cuenta del charco que dejaste en el suelo -

El movimiento de Cillian la toma por sorpresa mientras la sostiene por la garganta, la mano enguantada de nitrilo negro aprieta cada vez más fuerte.

Mientras jadea por aire, lo mira, sin emociones, casi como si estuviera estudiando su asfixia.

- Tendrás dificultades para respirar mientras aceptas tu castigo, ¿Lista para escuchar y obedecer?, Asiente si es así, tanto como puedas mientras tu cara se pone azul - Cillian estaba disfrutando tanto del castigo.

- Bien, abre las piernas, deja que este "amiguito" entre en ti y te soltaré -

Por "amiguito" se refirió al taser que sostenía en su mano derecha.

Tan pronto como lo dijo, sus ojos se abren de terror y comenzó a retorcerse colocando erróneamente una mano sobre el brazo izquierdo con el que estaba asfixiándola.

- Te dije que sería peor si luchabas, sólo iba a ponerte esto en el cuello o en la planta del pie - atacó Cillian pasando la pistola paralizante sobre su cara.

-Pero ya que quieres jugar - fingió reflexionar mientras golpeaba la pistola eléctrica contra su barbilla.

Cruelmente paso el Taser por la parte interna del muslo, colocando un pinchazo a cada lado de su clítoris.

-Todas esas terminaciones nerviosas, ¿Todavía te sientes rebelde, mi linda mascota? ¿Aún quieres? - sonrío sádicamente - Seré honesto, siempre quise hacer esto. Tal vez soy un pedazo de mierda enfermo -

Apretó aún más el cuello de la chica, mientras escuchaba los jadeos por intentar respirar, mientras disparo la pistola paralizante.

Un grito ahogado es lo mejor que pudo hacer.

Escucharla fue más que satisfactorio, sentirla temblar contra su cuerpo y sentir el pulso a través de la arteria carótida en su cuello, observar como todos sus sentidos se colocaban en alerta, eso fue excitante.

Estaba inmerso totalmente en el momento.

Sin distracciones.

Sin pensar en responsabilidades.

Nada más importaba.

Sólo el enfoque preciso en sus necesidades.

Sus deseos.

[...]

No Exit [Cillian Murphy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora