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Felix corrió hacia el auto de Hyunjin y miró hacía atrás asustado, para su suerte San no se había molestado en perseguirlo y si tenía algo de dignidad no lo haría, entendería muy bien lo que quiso decirle mientras le cantaba.

—¿Qué fue eso?—Hyunjin preguntó cuando Felix le soltó la mano.

El rubiecito le miró a los ojos y no se lo ocultó—mi ex novio, quiere que regresemos.

Hyunjin sonrió divertido— ¿Acaso esto es como Scott Pilgrim y los ex de la chica de sus sueños?

—ojalá fuera la mitad de entretenido, pero no he tenido un buen puñado de ex's—el chico de pequitas hizo una mueca—todos mis novios son un fiasco—Felix lo miró a los ojos y negó con la cabeza pensando en cómo Hyunjin había dejado al amigo de Jisung en tres días—y no pareces la excepción.

—no me has dado una oportunidad aún—el chico sacó el seguro del auto y Felix se subió rápidamente, estaba frío y ya quería regresar a casa.

Todo esto se podría terminar fácilmente si aprendía a decir que no quería seguir adelante.

De esto se trataba, de aprender a no permitir que las personas pudieran llegar demasiado lejos con él si no eran fiables.

Felix lo intentó, apretó con fuerza el borde de su pantalón corto y esperó a que Hyunjin subiera al auto.

Le diría que no quería seguir viéndolo.

No podía hartarlo, lo había intentado y nada de lo que hizo fue suficiente, pero podía ser honesto y decirle que no estaba interesado, podía aprender a trazar una línea valiosa en sus futuras relaciones.

—¿Te llevo a casa?

—por favor—susurró temeroso.

Hyunjin notó rápidamente el cambio de actitud, el chico rubio de expresión abatida ahora lucia más como lo habían descrito sus amigos; lindo y temeroso.

—¿Por qué no eliges el siguiente lugar para nuestra tercera cita?—insistió.

Felix sujetó con más fuerza los bordes de su pantalón corto.

Solo tenía que decirlo.

No saldría con él una tercera vez.

No iría con él a otra cita.

Demoró en responder y acabó por decir—déjame pensar.—pero probablemente no podía decirlo, se excuso con la idea de que rechazar a San sin ningún entrenamiento previo fue demasiado para sí mismo.

Pero lo cierto es que no tenía el valor para negarse a las personas, era el principal motivo por el cual todos se aprovechaban de él.

No sabía decir que no, daba tantas vueltas que siempre acababa cediendo.

Hyunjin lo dejó en la puerta del edificio y lo vio entrar, Felix regresó derrotado y con una reflexión nueva.

No podía hartar a un varón y mucho menos decirle que no.

—¡Fue muy gracioso lo que hiciste con San!—rio Sooyoung abrazándole una vez que entró al departamento.

—¡Pudiste hacerlo, Felix! ¡Le dijiste adiós a San! ¡Ahora no volverá a aparecer! ¡Muy bien!—Jisung le repartió besos en el rostro.

Y sonrió intentando sentirse un poco triunfador.

Algo había sido algo ¿Cierto?

Ya no regresaría con un ex desconsiderado que no valoraba su fidelidad y amor.

Al menos eso había hecho bien, aunque de una manera un poco extraña.

El siguiente día no tenía que trabajar, así que se quedó toda la mañana horneando cupcakes para repartirlos con sus amigos. A Felix le gustaba mucho cocinar, aunque por mucho tiempo fue una gran discusión con su padre, él siempre se quejaba de que no respetaba las dietas, pero Felix las había seguido sigilosamente desde pequeño hasta los quince años, cuando conoció a Jisung y Sooyoung y aprendió lo que era comer de verdad.

Sue Me! HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora