Después de la clase,era hora de desayunar por lo tanto debían de ir al gran comedor.
-Señorita Dumont por favor venga para que el sombrero seleccionador escoja su casa-dice una viejita alta y con un sombrero grande llamada Minerva Mcgonagall.
Aisha camino en medio de los grandes comedores donde estaban separadas las casas,la castaña se sentó en aquella silla para poder saber qué casa le iba a tocar,al llegar se sentó y Minerva puso el sombrero en su cabeza.
-Es difícil,eres buena pero a la vez mala..mmh,creo que..Slythering!- mencionó aquel sombrero mágico.
Todos los de aquella casa celebraron al saber que una chica tan bonita hija estar en su misma casa,en cambio Draco solo sonrió para no mostrar mucha emoción ya que él estaba enamorado de ella.
-Que bueno que te tocó en mi misma casa,Dumont- dice el rubio tratando de no sonreír.
-Y por qué dices eso manzanitas?-dice la castaña dirigiéndose a la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras.
El profesor Snape indicó que debían de hacer el hechizo llamado "Expetro Patronum".
Aisha lo logró,saltó y gritó de la emoción,Draco la volteó a ver feliz,en cambio él intentó volver a hacer el hechizo pero no lo logró por lo tanto se puso triste y Aisha lo notó.
-Inténtalo de nuevo manzanitas,no te rindas-dijo Aisha animando a Draco provocando que el rubio sonriese.
Lo volvió a intentar y lo logró.
-Ya viste? Si te rindes a la primera,no lo lograrás- dice sonriéndole al chico -En quien pensaste para lograrlo manzanitas?- preguntó la castaña viendo al rubio.
-En ti- dijo en un susurro,mirándola,no con una mirada normal,con una mirada enamorada.
-Perdona? Es que no escuché- dijo mirándolo.
-E-En mis p-padres- dijo tarareando nervioso ya que no quería que la chica supiera que él gustaba de ella y ella no respondiera sus sentimientos.
-Esta bien,ven vamos,nos toca descanso- dijo aquella castaña tomando a Draco de la mano sonriéndole y salieron del salón.
-Y de donde surgió el apodo "manzanitas"?-preguntó el rubio caminando al lado de Aisha.
-Pues... porque te gustan las manzanas,específicamente las verdes- dice la señorita caminando mirando a aquel rubio sonriendo.
