chapter four
⋆。𖦹 °✩ the devil kissEL FERRARI ROJO LLAMÓ LA ATENCIÓN, la llegada del dúo había sido anunciada.
Ambos bajaron del auto. Sonrisas egocéntricas y aires de grandeza. Típico de ese par.
Miraban con una sonrisa el lugar, estaba lleno de gente, uno que otro bailaba, la mayoría solo bebía y fumaba.
La luces de colores, la música y el olor a hierba la mareaba, y aún no había bebido nada. El dj le sonrió al ver conectar su mirada con la de la chica. Esta guiño.
— Y bien, ¿algún objetivo esta noche? — inquirió el chico. Su amiga negó.
— No hace falta. Llegan solos. — la rubia comentó, al ver como un grupo de hombres y mujeres se acercaba a ellos.
— ¿Alex? ¿Donde dejaste a Nick? — la voz del moreno de chinos la llamó. De manera rápida lo miro, encontrándose al chico con el ceño fruncido.
La rubia sabia que a su hermano le encantaban las entradas triunfadoras, entonces no tardaba en aparecer en su Porsche rojo con su motor rugiendo.
Y eso no tardo en pasar.
El Porsche se estacionó justo en la línea de salida, un par de metros cerca de la rubia.
Nick asomó un poco su cabeza, para poder saludar a su hermana.
Entonces la rubia pudo acercarse.
— La sexta. Es muy peligrosa, Nicholas. — comentó, haciendo referencia a la pista. Que parecía bastante fácil, pero podía llegar a ser bastante traicionera.
— Descuida. Tu correrás primero. — contestó el, confundiendo a la menor, quien negó varias veces.
— Oh no, no, no. Hace mucho no corro, Nick. — comentó en susurro. Pues en Inglaterra no se hacen ese tipo de carreras.
— Joder. Lo tenemos en las venas. — el ánimo. Salió del auto y dejó paso libre a su hermana menor.
La rubia asintió. Ella fue la mejor corredora en su momento y claro que seguía siendo. Bueno, eso pensaba.