˗ˏˋAdaptaciónˎˊ˗
❝Dónde está Jimin siempre hay un desastre que Taehyung tiene que arreglar❞
- Nunca pensé que explotaría la gaseosa.
- Tranquilo, Minnie. Yo lo arreglo.
➛ Vmin
➛ Omegaverse
➛ Esta historia le pertenece en su totalidad a su autor o au...
Un rubio muy apenado yacía sentado en una incómoda silla mientras esperaba la llegada de su esposo. Los empleados a su alrededor lo miraban de mala manera.
Se escuchó el chirrido de la puerta ser abierta — El señor Kim está aquí. — anuncio un empleado.
Jimin al escuchar eso levantó su cabeza para mirar entrar a su esposa a la oficina.
— Buenas tardes, ¿dónde hago el pago? — cuestionó acercándose hacia donde su esposo estaba sentado para sujetar su mano.
— Rompió seis pantallas de cincuenta pulgadas.
— Señorita, pregunte dónde puedo pagar, no que rompió mi esposo. — habló.
La empleada sacó de su bolsillo una hoja y se la dio al pelinegro — Puede realizar el pago en cajas, señor.
Taehyung se levantó del asiento junto con Jimin, este último se sentía muy avergonzado así que trataba de esconderse en el cuerpo de su esposo.
— Tae... Fue un accidente, yo no quise romper todo eso. — mencionó con tristeza.
— No te preocupes, cielo. Cuéntame cómo pasó esta vez. — habló.
El más bajo hizo un mohín — Uh, bueno... Estaban pasando una película en la tele y me quedé para ver, en eso me sentí un poco mareado y me fui de lado, pero no me caí.
— Te dije que debías desayunar, cariño.
— Después de eso me volví a sentir mareado y me trate de agarrar de una televisión, nunca pensé que se iban a caer otras cinco más. — comentó con tristeza.
Taehyung dió una leves palmaditas al muslo del rubio. — ¿Quieres ir a comer?
— Lo siento... — su lobo tenía las orejas bajas, sentí mucha vergüenza. No era la primera que ocasionaba este tipo de accidentes, era muy torpe.
— No pidas perdón, hay que ir a comer. Debes estar hambriento.
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— ¿Por qué no me llamaste tu, amor? Más bien, ¿por qué no respondes mis llamadas? ¿Estás molestó por algo en especial? — interrogó antes de beber un poco de su café.
Jimin, quien comía un rol de canela detuvo todo movimiento, evadiendo la mirada de si esposo.
— ¿Lo perdiste?
— No, Taehyungie... — respondió —Aquí está mi teléfono. - mencionó mientras sacaba de su bolso su teléfono en dos piezas.
El Alfa al ver eso caso se ahoga con el café que bebía —Cariño, ¿que le pasó a tu teléfono? ¿Cómo terminó en ese estado?
— Quizás deberías comprarme uno que no se doble, solo uno normal. — contesta con un leve mohín.
Taehyung soltó una pequeña risa — Supongo que sí, dime cuál quieres y más tardar en la noche te lo doy, no me gusta esta incomunicado.
— No quiero elegir nada, Taehyungie. El que me des lo voy a aceptar.
El Alfa dió un leve apretón a la mejilla del rubio — Te amo, cariño.
— ¿Aunque a dónde vaya siempre haya desastres? — cuestionó mirando atentamente con una sonrisa a su esposo.
— Cumplí mi promesa, Minnie. — sonrío en grande antes de tomar la mano del rubio y depositar un pequeño beso en la mano de Jimin cerca de su anillo de bodas.
— Taehyungie, te amo mucho.
El pelinegro saco su cartera de su costoso traje para dejar en la mesa un par de billetes, se levantó de la mesa y posteriormente se acercó a su esposo para ayudarle en irse a casa a descansar.
— Taehyungie, ¿Podemos ir a comprar algunos víveres? Hace mucho no lo hacemos.
