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Scara pussy - Scara trans.
ฅ^•ﻌ•^ฅ
Kaedehara Kazuha y Shikanoin Heizou siempre han sido mejores amigos, incluso desde muy pequeños cuando apenas empezaban el kinder.
Kazuha tenía cinco años recién cumplidos y era alguien tímido e introvertido a la hora de hablar con otras personas que no sean su madre o parte de su círculo social en el que estaba acostumbrado a convivir.
Sin embargo todo cambio cuando un pequeño Heizou de cuatro años se le acercó a su mesita. El pequeño pelirrojo de lindos ojos esmeraldas era todo lo contrario a Kazuha, pues era extrovertido, muy hablador y simpático, nunca había silencio cuando estaba junto a Heizou, incluso cuando ya ni siquiera le contestaba él seguía hablando como loro.
Y claro, sus madres siempre iban detrás de ellos y se reían de las locuras que montaban juntos a tan corta edad. Eran como cosa 1 y cosa 2, según su maestra en ese entonces.
Estuvieron en todo momento juntos como chicle, incluso hasta que comenzaron la primaria que ahí fue cuando conocieron a su primer amor, Raiden Kunikuzushi.
Raiden Kunikuzushi era una niña que iba a su mismo salón, la pequeña en ese entonces era dulce e introvertida. Muy pocas veces se le veía junto a las demás niñas del aula ya que siempre andaba con otro niño que iba a su mismo salón, Ajax, quien era definitivamente uno de los niños más problemáticos del aula que siempre se metía en problemas.
Claro, volviendo al hecho que Kunikuzushi era el primer crush de Kazuha y Heizou, estos dos eran muy tímidos como para hablarle.
Pero siempre hay uno que no le importa perder la dignidad y se lanza de una, como en el caso que Heizou que fue cuando vio la oportunidad cuando la niña fue ubicada en su misma mesa de trabajos.
El pelirrojo dejo de copiar las actividades que anteriormente la maestra había puesto en la pizarra cuando el timbre del receso sonó indicando el descanso de veinte minutos. Heizou carraspeó su garganta y golpeó el hombro de su mejor amigo que volteó a mirarlo confundido.
- ¿Hm? - el pequeño albino arqueó su ceja cuando Heizou apuntó hacia donde estaba la niña que a ambos le gustaban. Definitivamente el hecho que la maestra haya puesto a Kunikuzushi en su mesa era de las mejores cosas que pudieron pasarle en ese miserable año escolar, incluso cuando ni se dirigían la palabra.
- Ahí está Kunikuzushi - susurró de manera indiscreta en el oído de su mejor amigo, quien le hizo un gesto para que hable más bajo.
- Sí, ¿Y? - preguntó el pequeño albino confundido sin saber al punto que su amigo quería llegar.
- Le pediré ser mi novia - dijo el pequeño pelirrojo de seis años con orgullo sonriendo tontamente y mostrando su adorable sonrisa que le hacía falta los dientes de adelante. Pues Heizou había comenzado a ser visitado por el mismísimo ratón de los dientes.
- ¿¡En serio!? - preguntó el voz alta Kazuha, ganándose la mirada curiosa de sus compañeros. Se avergonzó por haber gritado y rápidamente volvió a preguntar en voz baja solo para que su amigo lo escuche - ¿En serio?
- Así es. Espero no te sientas mal, sé que a ti también te gusta Kunikuzushi - Heizou se arrascó la nuca un tanto nervioso que su amigo no esté de acuerdo con su decisión que fue tomada hace menos de quince minutos.
