Capitulo 1: La Calma No Dura Eternamente.

11 0 0
                                    

Hola de nuevo, soy Rosalyne, provengo de una antigua y adinerada familia del sur de Inglaterra; Vivimos en una gran mansión rodeada por un precioso jardín en el cual jugaba de pequeña, creyendo que estaba encantado, lleno de criaturas mágicas y aventuras esperándome; ahora a mis casi dieciocho años, me paseo por el jardín leyendo libros sobre amores imposibles y emocionantes aventuras; también canto y bailo en el jardín, ya que desde pequeña siempre he recibido clases de todo tipo de artes.

Esta historia comenzó el día anterior a mi decimosexto cumpleaños, al menos para mí, el día de mi gran descubrimiento.



17 de octubre de 1789

Despierto porque alguien está llamando a la puerta de mi habitación.

-Señorita Black-Dijo una voz al otro lado de la puerta.

-¿Sí?- Pregunté aún adormecida.

-Sus padres la están esperando en el salón-Respondió Marie, mi dama de compañía.

-Oh, enseguida voy-Dije poniéndome en pie.

-Está bien-Respondió nuevamente-Ah, señorita Black, tiene el vestido en el baño, ya lo preparé a su gusto-Añadió antes de alejarse a paso rápido por el pasillo.

Ya segura de que se había marchado, me encamino a mi cuarto de baño individual, al entrar veo que Marie había preparado la bañera con mis hiervas relajantes y con aromas florales, me meto a la bañera con cuidado de no salpicar y me relajo unos segundos antes de empezar a bañarme, agarro mi toalla y me seco mientras pienso en lo que querrán decirme mis padres con tanta urgencia; al terminar de secarme, cepillo mi cabello dejándolo caer por mi espalda, aplico aceites florales por mi cuerpo y los dejo secar mientras admiro el vestido elegido por mi madre, es un vestido azul celeste con detalles violetas en la cintura y la falda así como en el escote cuadrado; al notar que los aceites han sido absorbidos, me pongo el vestido y lo combino con mis zapatillas de ballet celestes con lazos violetas, me apliqué un ligero toque de color en las mejillas y un poco en los labios, sin exagerar, ya que no me gusta el maquillaje extravagante; en cuanto al peinado, decido hacerme un moño alto adornado con una cinta del mismo color que el vestido, y para accesorios decido ponerme una gargantilla violeta adornada con un pequeño zafiro en el centro a conjunto con los pendientes de zafiro.

Cuando por fin considero que estoy preparada, me encamino al salón para reunirme con mis padres, los cuales al entrar a este, están acompañados por una mujer bastante llamativa, los observo unos segundos hasta que se percatan de mi presencia.

-Buenos días, hija-Saludó madre al verme

-Buenos días, madre, buenos días, padre-Saludé educadamente.

-Hija, ella es la señora Smith, una vieja amiga de la familia-Dijo padre presentando a la invitada.

-Buenos días, señorita Black-Dijo esta a modo de saludo.

-Hija mientras esperamos, ve a despertar a tus hermanos-Dijo padre con más seriedad de la que esperaba.

-Si, padre, voy a por ellos-Dije agachando la cabeza con precaución.

Dicho esto, salgo del salón y me encamino a las habitaciones de mis hermanos, la primera en la que paro, es en la de mis hermanos pequeños;

Entro a la habitación sigilosamente y me acerco a mi hermana pequeña.

-Lilly, despierta cariño-Dije acariciando su cabello provocando que se moviese un poco.

-Venga lilly levanta,tenemos visita-Dije nuevamente zarandeandola ligeramente.

mi gran amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora