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El interior del cuarto estaba totalmente en silencio y de no ser por el ventanal también estaría oscuro, los rayos del sol se escabullian por las cortinas blancas dando claridad llegando hasta la cama donde yacía el pequeño cuerpo del pálido quién seguía durmiendo.
El despertador marco las diez de la mañana y fue en ese momento empezó a sonar intensamente el sonido llegando a casa rincón de la habitación.
—Mmh—. Un pequeño quejido salió de entre las sábanas y una de las pálidas manos salió del escondite para apagar el molesto despertador.
Las sábanas fueron movidas cuando estiró sus piernas y brazos, luego saco su cabeza de debajo de las sábanas y entreabrió sus gatunos ojos sintiendo un irritable ardor en ellos.
Se levantó y fue al baño, se quitó la camisa y luego los pantalones, se había dormido con la ropa puesta. Luego de quitarse la ropa se metió a la bañera y abrió la canilla de dejando que el agua caiga sobre su cabeza, cerró sus ojos sintiendo como el agua bajaba por todo su cuerpo, era relajante y gracias a eso pudo dejar de lado los pensamientos que tanto le estuvieron molestando desde ayer.
Estuvo media hora metido bajo el agua en lo cual lavo su pelo y todo su cuerpo, al terminar salió y se miro al espejo, en ese momento vio sus ojos, gracias al agua la hinchazón bajo un poco, pero seguían algo rojos, no le dio mucha importancia y se lavó la boca, luego salió para vestirse.
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Cuando bajo al comedor no encontró a nadie ahí, una de las empleadas le hizo saber que iban a desayunar afuera por lo que fue por la casa hasta llegar a la puerta de cristal corrediza cual estaba abierta, asique solo salió.
—Buenos días—. Saludo en cuanto vio a los demás y los presentes le miraron.
Sus padres, sus dos hermanos al igual que namjoon y tae estaban sentados mientras hablaban tranquilamente y vio que faltaba su hermana.
—Buenos días mi cielo—. Su madre le dedicó una bella sonrisa y su padre asintió con la cabeza mientras bebía de una taza seguramente café.
—Veo que aún recuerdas el horario del desayuno—. Seojoon le miró—Cuando estamos en la casa ni porque grité te levantas..
Yoongi se sentó enfrenté suyo junto a tae y solo le miró.
—Es porque tú no eres mamá..
—Mocoso
—No empiecen—. Seokjin los miró a ambos y el menor no dijo nada.
Luego de unos segundos la misma empleada que le hablo hace un rato le trajo su desayuno dejando una taza de café humeante junto con un plato con waffles y dos potes uno con nutella y otro con mantequilla.
–¿Desea algo más joven?—. Preguntó la chica parada aún lado suyo. Yoongi la miró de pies a cabeza y no reconoció a la chica, nunca la había visto en la casa ¿era nueva?.
