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Los días en casa con su familia se le hicieron eternos y sin fin, cada día que pasaba se sentía como si un segundo fuese interminable y sobre todo por el humor que sus hermanos tuvieron en esos días. Seokjin y seojoon, aún que fingieran y se comportarán cuando estaban delante de sus padres, sabía muy bien que seguían molestos con el. Si lo habían perdonado por lo que hizo pero los conocía y era obvio que los dos mayores seguían estando molestos.
—Se nos hará tarde—. El peli azul entró a la habitación mirando al pálido quién estaba abrochando los últimos botones de su camisa roja de mangas largas—¿Ya terminas?..
—Me da igual a que hora lleguemos, es un club—. Su humor estaba un poco por los suelos.
Con sus padres trabajando toda la semana al igual que seokjin, estar en la casa con seojoon a quien había tenido que escuchar un día entero no era una opción, estar ahora mismo cerca suyo sería sofocante para el. Esos primeros días pensó en ir a casa del peliazul pero este tenía trabajo y su hermana le pidió que se quedara en la casa asique no tuvo alternativa más que soportar ese inestable estado en el hogar familiar.
Ayer el peli azul le había insistido hasta el cansancio para que salieran juntos y terminó aceptando, no había vuelto a la normalidad con sus hermanos y cuando se enteren de que volvió a salir y está ves no solo a beber sino que a un club, bueno no sabe cuánto se vayan a enfadar pero no pensó en eso solo quería olvidarlo todo.
—Anda, Yoon, es fin de semana y debemos disfrutar ahora que somos jóvenes y tenemos buena salud—. Le sonrió haciendo un pequeño baile de caderas.
El pálido lo miro y no pudo aguantar la risa mientras negaba con la cabeza, se volvió hacia adelante y agarro sus anillos al igual que una cadenita con el dije de una luna, pidió ayuda a tae para colocar la pulseras en sus muñecas y por último se puso bálsamo labial. Se miró al espejo despeinando su pelo y rocío algo de perfume.
—Estas que ardes, si no fueses mi amigo me acostaría contigo—. Lo dijo como si nada mientras guardaba el bálsamo en la pequeña cartera que llevaba—...bien, entonces vamos.
—Tú no te meterás en problemas con, Namjoon, por estar saliendo de este modo, ¿Verdad?—. Cuestionó mientras salían del edificio y subieron al coche del más alto.
—Le dejé un mensaje y no es como que necesite su permiso para salir—. Metió la llave y arrancó el vehículo poniendo en marcha—Hoy solo seremos nosotros sin pensar en los problemas y en los demás, ¿Estás de acuerdo conmigo?..
Miró al pálido por un instante mientras manejaba, el contrario estiró su mano hasta el esterio y presiono un botón poniendo música.
—Totalmente de acuerdo..
Ambos sonrieron cómplices como si estuviesen haciendo alguna travesura, tae irradiaba tanta positividad y alegría que le contagiaba, era muy seguro de si mismo y si quería aser algo lo hacía sin pedir permiso.
