3. Tiempo

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El 31 de octubre fue el día elegido. Ese día, cientos de niños nacieron, pero sólo uno fue elegido por la Muerte para ser su hijo. Un ser entre la luz y la penumbra, que no pertenece a ninguna parte, y a la vez es de todos sitios. Concebido de un vientre mortal, adoptado por lo eterno. Vivo y muerto en vida.

Marius Woodgate, hijo de Eric y Katia, de linaje plenamente mortal, sin una gota de sangre sobrenatural en sus venas, fue bendecido según algunos, maldecido según la mayoría.
Su brillante futuro fue previsible desde su primer aliento en el mundo, que no fue su primer minuto.

Ese mismo día por la mañana, la embaraza de nueve meses y salida de cuentas desde hace semanas Katia Woodgate se levantó como cualquier otro de esa última etapa de su vida. Tras la muerte de Helena y los muchos abortos posteriores, la mayoría con secuelas físicas en Katia, este desgastado matrimonio no podría aguantar otro, si es que la salud física y emocional de ella duraba lo suficiente. Así, vivieron con regocijo los meses de embarazo, tras que la partera de Blackfriars, Marisa Norman les asegurase que el embrión había arraigado en la matriz y que no había peligro inminente.

La recién desperezada Katia intentó maniobrar para incorporarse en la amplia, plumosa y almidonada cama. En el momento en el que su pequeño pie color marfil iba a tocar el rústico suelo de madera de enebro, un intenso y vibrante dolor lumbar le atenazó las costillas y le impidió la respiración con normalidad. Tras otro cólico, aún más fuerte que el anterior si era posible, Katia se desmayó ;y, escuchando como si fuese un mero espectador externo percibió con extraña claridad el sonido crujiente y húmedo de su cabeza golpeándose contra la mesa auxiliar del dormitorio, situada al lado de la cama de dosel y decorada profusamente con espinas de rosas color de muerte.

Sensaciones de la vida de un MuertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora