Chapitre 1

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Mientras volvía a mi escondite, dos especies de ninjas me detuvieron —¿Quiénes son? Apártense de mi camino.— les dije, estos tenían una máscara y trajes negros que cubrían casi todo su cuerpo, pero pude notar la piel colorida, más bien, pelaje y plumas.

—Calma doc, te hemos estado vigilando— dijo lo más tranquilo del mundo.

—¿vijilandome? ¡Qué les sucede!— empezaba a enojarme.

—Lo que quiero decir es, vimos que tienes super poderes— oh no, deben ser los agentes de acme, los que quieren desaparecer a toda persona con super poderes.

—Pues no dejaré que me lleven muy fácil— dije mientras usaba mis poderes para levantar un carro y tirarlo hacia donde ellos estaban.

Cuando creí que el auto los había golpeado, noté que ya no estaban — debo esconderme rápido— dije viendo hacia un callejón.

Cuando corría hacia adentro del callejón algo me detuvo. —¿adonde crees que vas?— preguntó el más enano apareciendo frente a mí. ¿Acaso se acababa de teletransportar?

Detrás mío estaba el mas alto, quien tenía un particular color amarillo. —No somos lo que crees, pero hablando en público no estamos seguros—. Sentí una mano tocándome el hombro —Llévalo pato.— dijo mientras me veía sonriente.

Cuando aparecí de un momento a otro, estaba bajo las tuberías, era extrañamente familiar.

—¿Pato? Que raro nombre— dije mientras me quitaba de encima su mano. ¿Como llegué a este lugar?

—¡Pato peligro! Para ser exactos.— dijo con un tono de voz gracioso.

Estaba asustado, pero no lo podía demostrar. —¿Tú hiciste esto? ¿Teletransportarnos o algo así?— pregunté mientras veía la descuidada habitación subterránea.

—Claro que sí..— alguien interrumpió.

—disculpen la tardanza tuve que pasar por alguien— dijo otra vez el ninja de tonos amarillos.

—Tu.. ¿¡Qué quieres de mi?!— le pregunté mientras me puse en guardia.

— Ya te dije,  vimos que tiene superpoderes y queremos que te unas a nuestra rebelión— dijo viéndome fijamente.

—No lo haré.—les contesté en seco. Detrás de él noté que venía el ave que me había robado el frasco. —¡Yo a ti te conozco!,rata emplumada.— le grité. éste se espantó y corrió a esconderse detrás del al parecer conejo.

—vamos chico ¿en serio te gusta vivir en este lugar con los cielos nublados y contaminados todo el tiempo? ¿esta ciudad tan llena de recursos y al mismo tiempo tan basura?— dijo tratando de convencerme de entrar al equipo.

no quise escucharlo —lo siento, pero mi palabra no sé discute.— me alejé tratando de irme.  —no diré nada sobre esto, pero no me vuelvas a molestar. Mucho menos esa rata roja que tienes atrás.— dije como advertencia mientras buscaba la forma de volver a mi cueva.

Ellos no hicieron nada para detenerme y me fui a mi laboratorio en el cual tenía varios inventos y a mi más grande invento hasta ahora: un virus para robots.

También tenía pócimas, pues aparte de doctor e ingeniero, soy químico, vendo esas pociones a gente que las necesita, pueden curar distintas enfermedades e incluso pueden ser de gran ayuda para la Revolución o lo que sea que intentan hacer.

Le prometí a mi padre no unirme a los Loo-n-s, pero desde que se desintegró, he inventado armas para venderles. Así siento que les ayudo indirectamente. Talvez así mi abuelo este feliz conmigo.

Loo-n-s| Loonatics AuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora