"Ningún demonio es tan malo y ningún ángel es tan bueno"
"¿Tú realmente crees eso?"
"Claro, solo míranos, yo soy un ángel, pero no soy tan bueno como uno, en cambio tú, un demonio que es tan bueno como un ángel"
"Tonterías" Volteó sus ojos y se perc...
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10 días para el torneo.
El dulce sabor de aquel postre se sentía perfecto en sus papilas gustativas.
Rigellx suspiró profundamente, un poco irritado por todo el ruido de aquel lugar. Y es que era imposible pensar que el ruido en algún momento iba a parar, porque se supone que las cafeterías nunca han sido silenciosas.
Dió un último bocado a su postre y recogió todas sus cosas, se levantó de su asiento y caminó hacia la salida, pero algo le llamó la atención.
Era un folleto tirado en el suelo.
Al percatarse de que se trataba solo pudo poner una mirada triste e inmediatamente siguió de largo. En el camino se encontró a Rosé su mejor amigo que es un brujo muy lindo e intenso, su apariencia es muy bonita y fresca, él tiene el cabello castaño claro, su tez es blanca y sus ojos son rosas.
"Hey, Rigellx, no has contestado ninguno de mis mensajes" Su mejor amigo hizo un pequeño berrinche.
"Cálmate, no es para tanto" Dijo con un poco de indiferencia.
"Dí la verdad, dí que ya no me quieres" Dijo tomándolo de las manos, mientras los dos caminaban hacia los dormitorios del campus.
"Rosé, siempre hablamos de esto" Una pequeña risa se escapó de sus labios.
"Jum, es que siempre es lo mismo" Rosé soltó sus manos y le dió un abrazo, Rigellx se tensó un poco pero se acostumbró rápido. "Por cierto, te vas a inscribir en El torneo de losGrises?" Dijo al momento de soltarse.
Rigellx lo pensó un poco y la verdad era que moría por hacerlo, pero no estaba preparado, tampoco tenía mucho tiempo.
