Todo estaba oscuro pero un molesto ruido resonaba en mis oídos, coloque la almohada sobre mi cabeza y luego cedí ante el ruido, estire mi brazo y golpee fuertemente mi despertador. Pasaron unos 5 minutos cuando sentí que alguien entraba a mi habitación y seguido de eso una luz incandescente penetro en mis ojos, me compare por un momento con una especie de vampiro y a la vez los compadecí, era Candace, mi hermana mayor, quien había entrado en mi habitación y despejo las ventanas para que entrara la luz del sol.
-Despierta, tienes 10 minutos para levantarte, alistarte e irte al colegio ¿Es que piensas pasar todo el día durmiendo? –Dijo Candace mientras me quitaba la sabana de encima.
–No está nada mal tu idea.
–Vamos Will, levántate de una vez – Tomo una de mis almohadas y me golpeo con ella, en ese momento hice el gran esfuerzo de levantarme.
Candace salió de mi habitación, me aliste perezosamente, escuche a mi hermana gritando por el pasillo, seguro Andy no quiere hacer caso otra vez, abrí la puerta de mi habitación y el pequeño niño pasó en frente de mí corriendo muy veloz, camine por el pasillo hasta el baño y como siempre estaba ocupado por la "Reina" de la casa, Amanda otra vez estaba más tiempo del debido arreglándose en el baño, toque la puerta, di una advertencia de que debía salir y a los segundos abrió la puerta, esta chica quiere crecer antes de tiempo, es lo único que puedo pensar de ella, entre al baño y estaba hecho un desastre con los cosméticos, maquillaje y artefactos de peluquería de Amanda ¡Estaban por todas partes! Los trate de hacer a un lado para asearme, luego de salir del baño Andy paso en frente de mi y esta vez pude atraparlo, lo alce y susurre un pequeño secreto con el cual se tranquilizo y le hizo caso a su madre, es cosa entre tío y sobrino, el y yo nos entendemos. Ya estaba listo, Candace había dejado el desayuno de todos sobre la mesa, tome el mío y le hice ademan de que me siguiera a Amanda quien se encontraba haciendo muecas al espejo, Candace me hizo una pequeña seña y me acerque a ella.
–Oye Will, por favor vigila a Amanda en el colegio, no quiero que me llamen otra vez porque ella haya cometido alguna falta – Susurro Candace.
–Soy su tío, no su padre, tiene 14 años, que se cuide ella sola – Candace me dijo con la mirada: "Por favor" – Esta bien, haré lo posible porque este año no la encuentren otra vez besándose con su novio – Candace me guiño el ojo y luego tome a Amanda del brazo y emprendimos el camino al colegio.
El colegio no quedaba tan lejos, era el primer día de clases así que tenía intenciones de saltarme la parte de las "Presentaciones" en el salón, estaba más que dispuesto a llegar tarde solo para evitar eso. Iba a un colegio público, no hay muchas cosas novedosas en él, pertenezco al club de esgrima y Amanda al grupo de las porristas, es raro que tu sobrina sea 3 años menor que tu y más si tu hermana que es su madre te pide siempre que la protejas, si ella dejara de usar sus mini faldas y menos maquillaje me la pondría más fácil.
–Hey Will, Amanda – Era Steven quien siempre nos alcanzaba para irnos juntos al colegio.
–¿Escucharon? Al parecer hay una chica nueva en nuestra clase, al parecer es rica y escuche que la vieron pasear en una limusina ayer ¿Sera cierto? Bueno, sería divertido conocer a otra chica, más si es linda – Dijo Steven con su típica sonrisa, él es esa clase de chico con el que todas las chicas sueñan, rubio, de rasgos faciales finos, linda sonrisa y el capitán del equipo de Futball, pero no crean, a pesar de su popularidad, siempre se mantiene humilde, creo que por eso lo considero mi mejor amigo, bueno también el único, es todo lo contrario a mí: soy solitario, introvertido, no tengo la más mínima intención de hacer nuevos amigos, de cabello negro, ojos oscuros, piel blanca y alto, sí, soy esa clase de chicos al que nadie le presta atención y disfruta de esa sensación.
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Hermoso Demonio
FantasyNo sabía que era, no sabía que se sentía, no me daría cuenta jamás si pasaba frente a mis ojos y si lo veía, jamás iba a creer en él, el amor, a eso me refiero. No había emoción en mi vida, era el último al final del salón de clases, solo tenía a mi...