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"Nunca digas nunca"

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"Nunca digas nunca"

10 de marzo del 2023

Añasco, Puerto rico.

Anastasia

Dios mío, me duele hasta la consciencia. Mi cuerpo se siente verdaderamente pesado y adolorido. Ni siquiera puedo abrir los ojos de lo pesados que se sienten mis párpados.

Poco a poco logro abrir los ojos. La luz clara de la habitación me encandila, mientras el olor a suero y alcohol invade mis fosas nasales. Podía escucharse de fondo el monitor cardíaco, que constantemente soltaba pitidos.

Me encontraba en una camilla con sábanas azules y miles de artefactos pegados a mi cuerpo.

¿Que mierda?

¿Que carajos pasó?

La puerta de la habitación se abrió. Era un hombre alto con una barba abundante, tenía una bata blanca y unos papeles en sus manos.

—Despertaste, que bien— dijo el mientras acomodaba sus anteojos.

—¿Que está...— dije para detenerme al momento.

Esta no es mi voz...

¡¿Por qué carajos no suena a mi voz?!

Agarro mi garganta con miedo y mientras subía pude notar una peculiar manicura. Eran una uñas largas rosadas con pequeños diamantes en ellas.

¡Esto no es mío!

Y mas abajo estaba un peculiar dibujo de atrapasueños.

¡Definitivamente no es mío!

¡Díganme qué es pluma!

—¿Que?, ¿Por qué? Yo...— mi voz temblaba de mientas observaba mis manos con temor.

—Tiene que relajarse señorita, es normal su reacción y mas con el incidente que sufrió.

—¿Que?, ¿in-ncidente?— dije entre titubeos.

—Si, al parecer un animal se atravesó en el camino provocando que usted y su compañera chocaran.

Mil razones para odiarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora