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La chica de limpieza entro a la habitación y yo terminaba de guardar mi celular y maquillaje en mi bolso.

—Dale, nena. —me apuro Liliana desde afuera, mientras que papá hablaba con alguien.

—¿No ves que estoy renga? —conteste de mala manera. Mientras cojeaba.

—Contestame bien.

Vieja mal culiada.

Cuando salí de la habitación ví como mi papá hablaba con Enzo, el chabón que menos quería cruzar. Él estaba hablando con Álvaro, tenía su brazo izquierdo cruzado en su pecho y su brazo derecho encima, mientras su mano la tenía en su pera.

Un buzo azul oscuro y un cargo casual.

—Saluda. — mi mamá me empujó el brazo mirándome fijamente, haciendo que casi me caiga en dirección a Enzo.

—Hola, señor... —murmure de mala gana. Él me miró sonriendo.

—Ella es la nena a la que le pagué un McDonald's... —enzo actuó indiferente, como si no me conociera.

—¿Eh?—mi vieja me miró molesta y después miro a Enzo con una sonrisa. —¿Le pediste que te pague? Sos una maleducada.

—Bueno, Liliana. Yo soy igual a vos, así que no me bardees— dije molesta. —El señor Enzo se ofreció a pagarme.

—Sí, no se alteren. Yo me ofrecí y bueno, eso. —dice tranquilo, dandole una sonrisa a mi mamá, que capaz este babeando.

—Que encantó de hombre...—ella sonríe y sus ojos desaparecieron por las arrugas de vieja mala.

—Si vos queres te devuelvo lo que salió la hamburguesa... —papá saco su billetera y Mateo salió de las escaleras con una mermelada.

Enzo negó y sonrió viendo a Mateo— No es necesario. Fue un gusto.

—¿Todo bien, don?—Mateo se paró frente de él y esperando a chocarle los 5. Con el frasco de mermelada.

—Todo bien, ¿Vos, peque?—enzo le extendió la mano y le choco los 5, después vio el frasco de mermelada en la mano contraria de Mateo— ¿Y esa mermelada?

Ví como Mateo me miraba de reojo.

—Me la regalaron las chicas de la cocina, dijeron que se dieron cuenta que comía mucho pan con mermelada en el desayuno y me dió —dijo sonriendo y haciéndole ojitos.

Era un mentiroso, era tan pillo Mateo que estoy segura de que se lo robó.
Enzo se carcajeo mirándolo, Mateo sonríe y me da la mermelada.

—Guardala en tu mochila, Celes... —yo agarre la mermelada y abro la mochila y tiro el frasco.

—¿Dónde vamos?— dije poniéndome la mochila.

—Venia a invitarlos a ir a las grabaciones de la película... —me responde mirándome, sentía como traspasaba mi ropa.

—¿A nosotros? —pregunte obviamente confundida— No es necesario, En... Señor.

Liliana me miró.— Oh, si usted nos invita todo bien.

—Pero íbamos a ir a La Alhambra y-— mi mamá me interrumpe.

—Pero esa cosa musulmana no se va a escapar, podemos ir mañana. —Liliana me miró con una sonrisa falsa.

Andate a cagar.

Enzo me sonríe y después mira a mi papá.

—¿Usted quiere?—pregunta Enzo amablemente, Mateo mientras tanto se ponía una campera bien abrigada.

actor's pet. Enzo Vogrincic.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora