🚬16. Hasta el amanecer

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     TOMMY ERA ALGUIEN MADRUGADOR, SASCHA NO... al menos no por voluntad propia, pues incluso entre sus pesadillas, volvía a dormir y cuando compartía la cama con el gitano, era como si él se volviera su atrapasueños, reteniendo los males para que no perturbaran su descanso. Sin embargo, aquella mañana, Sascha sintió cómo la cama se movía hasta quedar vacía, escuchó los pies descalzos arrastrarse por el suelo y la ropa siendo levantada para volver al cuerpo del que había sido despojada.

    Al alemán le quedó claro que Tommy se iba; ¿A dónde? Esa era la pregunta.

    ─¿Ni siquiera me dice adiós?─Sascha murmura desde la cama, no se molesta en moverse, pero al menos se toma su tiempo para ver las pequeñas cicatrices en la espalda que horas antes había dibujado con ternura.

    El gitano en cambio, lo mira de reojo, pero sigue vistiéndose.

   ─No quería despertarte.

   ─Ya amaneció─ le recordó Sascha, y aún así, quería seguir en la cama, abrazándose a las cobijas de lana y deseando que Tommy lo envidiara lo suficiente cómo para unirse a él.

   ─Aún así, duerme. Hoy soy sólo yo el que tiene prisa.

    ─Siempre la tienes, a veces creo que no te detienes a mirar lo que has logrado.

   ─Sí me detuviera, todo lo que tengo, Sascha, se iría─ le recordó Tommy sentando a su lado en el borde de la cama con la intención de amarrar los cordones de sus zapatos, sin embargo, al tenerlo tan cerca no pudo evitar acariciar su suave cabello e intentar peinarlo, ya que la almohada le había dejado las hebras rubias sobre el rostro─. Hay tiburones que huelen sangre en el agua.

    ─No en este barrio.

    ─Pero mi intención no es que nos quedemos en este barrio para siempre─ el gitano murmuró en voz baja y le dio un cortó beso en los labios que el rubio apenas sintió, pero tampoco se quejó, pues Tommy no se había apartado de su contacto y le seguía permitiendo acariciar su nuca casi desnuda─, por eso necesito ir a Londres.

    Sascha frunció su ceño mientras se sentaba en la cama para tallar sus ojos─ ¿Y por qué no me despertaste?

    Una pequeña sonrisa ladina se coló en los labios de Tommy al tallar las mejillas blanquecinas del alemán─ Porque iré con mis hermanos. No es algo oficial, sólo iremos a explorar el terreno y a hacer amigos.

    Tommy pudo ver que su respuesta no convencía demasiado a Sascha.

   ─Hmm ─ murmuró Sascha al dejarlo y hundirse en la almohada con un suspiro cuando entendió que la orden era quedarse para defender el fuerte; los residuos de sueño aún lo estaban tumbando entre las sábanas, su cuerpo buscaba calidez y la mañana había dejado a Tommy tan helado como un copo de nieve─, ¿Tú tienes amigos?

DERNIÈRE DANSE ─── Tommy ShelbyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora