Jannuarink de Bottom Aioros.

Pretty Boy

-¿Podrías dejar de mirarme el culo por cinco minutos? Me incomodas-

Aioros miraba con fastidio a Saga. El accionista de la Compañía Santuary desde aquel día que se volvieron a ver en esa sala de juntas, no había parado de cazarlo como un depredador hambriento y sin freno.

Jason Grace, su amado jefe y amigo, al ver al sexy griego que no paraba de mirar su trasero, solo se rio y les ordeno no dejar rastro alguno de semen en las oficinas. Su comentario no podría estar más fuera de lugar. Hasta que se acordó, que el contrato que consiguieron con El Inframundo fue gracias al culo y la lengua de su jefe.

Recordar el como salió de su junta con Aiacos Garuda le daba jaqueca.

-¡Aioros! ¡Mi puta favorita! ¡¿Donde andas?!- y la voz de Clarisse solo la aumentaba.

-¿Qué quieres La Rue?-al salir a su encuentro Saga se quedo sorpresivamente callado. Se quedo quieto en su sofá, cual rey, a mirar la extraña y desquiciada interacción de los dos amigos.

Clarisse miro a Saga con una mirada entre confusión y diversión. Aioros solo pudo rodar los ojos. Esto iba a ser problemático.

-No sabías que los amantes podían ir tan campantes por la vida- ironizó la morena revisando una carpeta.

-El no es un amante. Es un fastidio-

-Un fastidio que tiene tu culito de proxeneta feliz y abierto. ¿O me equivoco, nene?-

Aioros bufo, pero no le contesto. -¡Oh! ¡Entonces tengo razón! ¡Aio, ya no eres taaaaaaan zorra!- riéndose le deja unos papeles, antes de acercarse a su oído con cierta agresividad.

-Espero y su polla te siga manteniendo feliz. Porque sería un fastidio irte a buscar a un bar de mala muerte- le da un beso en la mejilla y se va con la misma explosividad con la que entró.

-Ahora toda la empresa sabrá que me partes el culo- se quejo cerrando la puerta con odio.

Saga no dijo nada y solo se acomodo a dormir una siesta. Aioros solo suspiro y se sentó en su escritorio.

Mientras tecleaba con parsimonia en su teclado, la voz ronca y sensual de Saga le llego como una caricia que no sabía que necesitaba.

-Entonces chico lindo, ¿Tú y ella sois amigos desde hace mucho?-

-¿Chico lindo?-pregunta extrañado. Nadie lo había llamado de un modo tan bonito. Su hermano menor no contaba.

-Eres un chico de lo más lindo, tan confiado- con lentitud se paro y se posicionó detrás del moreno, abrazándolo por los fuertes hombros.-Tan responsable. No se porque permites que te hablen de esa manera-

-Clarisse empezó a ponerme motes subidos de tono a la semana que empezamos nuestra amistad. Decía que era para no me fuera con cualquier soquete que me prendiera los botones- susurro cohibido sin saber como reaccionar a los coqueteos del de cabellos azules.

-Oh, pero que celosa. Aunque no la culpo eres adorable. Eres una ternura, tus gemidos son tan suaves, tan bellos, que me hace pensar que es sumamente injusto no haberte encontrado antes. Me hace enojar que otros han escuchado tus sonidos celestiales, que otros han visto y saboreado tu cuerpo tan hermoso- susurra contra su cuello.

Aioros estaba sonrojado, no sabía como reaccionar ante aquellas palabras tan lindas dirigidas a su persona. -Eres adorable, sonrojándote como una deliciosa manzana-

El de pelos azules empezó a besar el cuello moreno con pasión, lamiendo y chupando, marcando su propiedad- Una manzana que me quiero comer- con suavidad metió su mano en el saco azul marino del moreno y estimulo los pezones por sobre la ropa, pellizcándolos con cierta agresividad, Aioros jadeaba buscando acallar sus gemidos.. No habían echo nada más que solo caricias por sobre la ropa, pero estaba tan caliente como una estufa.

-Dime lindura, ¿Serías solo mío?- ¿Suyo? ¿Exclusividad?

-¿Qué?- Saga subió su traviesa mano hasta los labios afelpados del moreno y los acaricio, bajo su otra mano despacio hasta llegar al evidente bulto. Lo acaricio con pasión, sin darle tiempo de respirar o procesar al pobre Aioros. Quién soltó un fuerte jadeo al sentir la traviesa mano metiéndose en sus pantalones y bóxer, acariciando su miembro con lujuria. Saga metió sus dedos en la dulce boca de Aioros y jugo con la dispuesta lengua, estimulando el erecto miembro que ya goteaba pre-semen.

-Que seas mío, solo mío. Te pondré un hermoso collar de diamantes que grite al mundo que eres solo mío. Así nadie podrá pensar en robarte, sabrán que esta belleza ya tiene dueño. . . Y soy yo-

Saco los dedos de aquella caliente boquita, para plantarle un beso pasional, metiendo sin resistencia su lengua y recorriendo aquella cavidad que se le ofecia sumisa, jugo con la lengua contraria y esta le dejo ganar aquella batalla sin oponerse ante aquella dominancia que lo tenía en el cielo.

Un par de estimulaciones más y Aioros se corrio como todo un principiante en sus pantalones, sin aliento por el exigente beso que le daba el de mirada turquesa.

Apiadándose del de ojos verdes, Saga se separo de aquellos labios tan adictivos, observando el estado tan excitante, sus ojos vidriosos y aquella boquita estaba abierta y jadeante, sus labios rojos e hinchados, su cuello estaba lleno de marcas y chupetones.

Delicioso.

Le tomo por el mentón y se acerco a esos labios de tentación-¿Serás mío? Mi amado Aioros-

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-¡No me jodas! ¡¿Le diste el si solo por una palabras bonitas?!-chillo Piper.

-¡Nadie me había tratado tan bonito!- se defendió haciendo pucheros.

-¡Ese no es el punto!-

-Vas a dejar la soltería por un tipo que conociste hace unos ¿Qué? ¿Tres días? Estás mal Aio- dijo Leo

-Lo dice el que se acostó con mi primo-

-Me rompió el cinturón de castidad y me dio como cajón que no cierra, querrás decir-corrigió el latino.

-Ya pero en serio, Aioros, ¿vas a enseriarte con ese tipo? Tiene pinta de fetichista e infiel-

-Ya- dijo harto de la conversación.

-Te digo, vas a acabar llorando y ahogando tus penas en alcohol y sexo-

Aioros hizo un puchero y se nego a contestar.

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Listo!!! Dios mío, llevar mis cochinadas al escrito fue dificil.